JOSÉ ANDRÉS DÍAZ
Foto: Mexsport
La dura derrota que encajó la Selección Mexicana el viernes pasado en Tegucigalpa ante Honduras, no solo puso en riesgo que el Tri no obtenga el boleto directo a la Copa América del 2024, sino también que firme otro ridículo; ahora, en la era de Jaime Lozano.
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Provocó también que una vez más y como sucedió en marzo pasado ante Jamaica, el juego de este martes en la cancha del Estadio Azteca contra los catrachos, sea uno muy tenso y lleno de presión por parte de la afición local, que seguramente le exigirá -y mucho- al combinado nacional.
Por supuesto que hay riesgo de que la gente se le voltee a la Selección del Jimmy, protegida por la Copa Oro que ganó y los amistosos que tuvo posteriores, todos jugados en Estados Unidos, ante los paisanos que viven del otro lado de la frontera y que no suelen ser tan críticos con el Tri.
Pero en México y más en la cancha del Estadio Azteca, la situación es muy distinta. Aquí no se le consiente al equipo tricolor; por el contrario, se le exige, se le juzga y fustiga cuando entrega presentaciones que no van acorde a lo que se espera del representativo nacional y sus jugadores.
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A eso bien debe temerle tanto el entrenador Lozano como los propios futbolistas, porque de no levantarse del 2-0 que trae Honduras a favor para el juego de Vuelta, seguramente este nuevo proyecto que tanto cacareó el comisionado de la Femexfut, Juan Carlos Rodríguez, con la Selección Nacional Mayor, comenzará a tambalearse rumbo al Mundial del 2026.
Porque si bien el Tri aún perdiendo la serie ante Honduras puede aspirar a la Copa América del próximo año a través de un repechaje que se jugará en marzo del 2024, el quedar fuera del Final Four de la Nations League de Concacaf, seguro será un mazazo muy duro para toda la maquinaria que la “Bomba” Rodríguez con su proyecto en Femexfut tanto han sobado, pero que resultados como el que debe sacar México en esta ocasión le pueden pasar una factura muy grande, si es que no lo consiguen.
A diez años del aztecazo de Honduras; la ‘H’ quiere el segundo en su historia
El rival es Honduras, equipo que le pasó por encima a México el viernes pasado en su casa, demostrándole que bajo el mando del colombiano Reinaldo Rueda ha recuperado mucho del ADN catracho, ríspido centroamericano que con buen fútbol hizo ver muy mal al Tri que los miró por debajo del hombro.
Exactamente fue hace diez años que Honduras consiguió su primera victoria en un partido oficial en la cancha del Estadio Azteca. Era el 6 de septiembre del 2013, en una de las últimas fechas del Hexagonal de concacaf rumbo al Mundial de Brasil 2014.
Apenas a los seis minutos, Oribe Peralta puso arriba a México 1-0, en lo que parecía iba a ser un juego de trámite; tres puntos seguros para la escuadra que en ese momento dirigía José Manuel “Chepo” de la Torre.
Quedan 90 minutos para darle la vuelta a esta serie 🆚🇭🇳 ¡Y queremos contar con ustedes, Incondicionales! 🇲🇽#VamosTodos al Estadio Azteca 🏟️, recuerden que un porcentaje de la taquilla será donado al estado de Guerrero a través de Fundación @Banorte_mx.#VamosTodosXGuerrero |… pic.twitter.com/DOkBw3A2n5
— Selección Nacional (@miseleccionmx) November 20, 2023
Sin embargo, conforme el juego fue avanzando, Honduras fue sintiéndose mejor en el campo del Azteca, en tanto que México se fue cayendo, tal cual le sucedió en todo ese Hexagonal.
Al 64′, Jerry Bengston marcó el 1-1 para la visita, y tan solo dos minutos después el verdugo de México, el delantero Carlo Costly, marcó el 1-2 para que los hondureños se llevaran una ventaja importantísima en sus aspiraciones para ir a aquella Copa del Mundo.
Esa derrota le costó al “Chepo” de la Torre ser cesado del banquillo de la Selección Mexicana, toda vez que el boleto a la Copa del Mundo de Brasil se puso en serio riesgo; de hecho, a aquel mundial, México tuvo que llegar por la vía del Repechaje en una serie en la que aplastó a Nueva Zelanda.
Es con ese antecedente, que la Selección Hondureña llega este martes a la cancha del Estadio Azteca con la moral por las nubes, con tres días ya de trabajo en Morelos para evitar los estragos de la altura, y con serias chances de llevarse el boleto al torneo más importante de selecciones en todo el continente americano.
Y México, también con la obligación de ganar y de responderle a su afición en territorio nacional en un juego oficial; ya no en torneos de papel como la Copa Oro la cual ganó porque Estados Unidos y Canadá no llevaron a su equipo A. Tampoco en amistosos cuyo marcador al final de cuentas resulta intrascendente, como el 2-2 que consiguió ante Alemania apenas en octubre pasado.
Si este martes, la Selección Mexicana no obtiene el boleto a Copa América, cerrará un 2023 de terror en el que se ha cansado de mostrar por qué ya no es el gigante de la confederación y que, sobre todo, Estados Unidos ya lo dejó muy atrás. Partido lleno de riesgos para el Tri del Jimmy. ¿Tendrá los arrestos para levantarse?
