Honrando la memoria de las 10 personas que fallecieron en el sismo de 2017, habitantes de la Unidad Habitacional Prolongación Petén 915, en la colonia Emperadores recibieron sus departamentos, los cuales fueron reconstruidos con el apoyo de las autoridades capitalinas.

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Con sentimientos encontrados las familias celebraron que podrían regresar, después de siete años a sus hogares, con una nueva estructura, diseños diferentes y ausencias de sus seres queridos.

Del edificio anterior, que fue construido en 1979, tenía siete niveles y 12 departamentos donde había también una tintorería, nada quedó.

Con el último cuerpo rescatado de Miguel, un trabajador de la tintorería que se encontraba en el edificio, el 24 de septiembre se dieron por concluidas las labores de rescate y comenzaron los trabajos para retirar los escombros.

Hoy, María de Jesús Ugalde representante de los vecinos ante las autoridades capitalinas, con el libro escrito “Petén a dos años” y el recuerdo de que su madre falleció en el interior del edificio porque no pudo salir a tiempo, a nombre de las 12 familias que regresarán a Petén 915, agradeció a las autoridades capitalinas que se encargaron de los trabajos de reconstrucción y que estaban encabezadas por el jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama.

Bajo el reconocimiento de que les costó mucho trabajo entre sus vecinos ponerse de acuerdo para poder reconstruir lo que eran sus viviendas, recordó que los habitantes, después del derrumbe del edificio se acercaron a ella para buscar soluciones, ya que, en ese momento, ella era la administradora del edificio.

A siete años, dijo que ella sólo pudo “secarse las más de 400 lágrimas, me levanté del piso donde estaba” por los vecinos y porque una de sus hijas presentaba un embarazo de alto riesgo; ahora, su nieta Gaya, tiene siete años.

A Isabel Osorio también le agradeció, que es su hija mayor, a quien recuerda haberla visto con la mirada perdida, en espera de hacer una trasmisión para un noticiario en Miami, ya que era corresponsal.

“Quiero agradecer a Isa Osorio, que es mi hija mayor, porque cuando llegué al edificio en ruinas y la vi con la mirada perdida trabajando con las lágrimas en los ojos y diciéndome tengo que transmitir porque me están esperando en Miami, fue pensar que, si ella no se cae, yo tampoco me puedo caer”.

Hoy, las 12 familias que perdieron familiares, amigos y bienes, regresarán a Petén 915 con una nueva oportunidad de vida.