El sector privado advirtió que para poder aprovechar las ventajas de la relocalización y avanzar en el crecimiento económico se requiere un mercado laboral fuerte y dinámico, pero en los últimos años el trabajo se ha encarecido y la productividad ha disminuido.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) advirtió que los mayores salarios se deben acompañar con mayor productividad, pues de lo contrario aumenta el costo unitario de la mano de obra y se registra una pérdida de competitividad de la planta productiva que a la postre pueden ser insostenibles.
Insistió en que, ante la oportunidad que ofrece la relocalización y como parte de una estrategia para hacer frente a los posibles cambios en la política comercial con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, es importante una estrategia para revertir la caída de la productividad con el objetivo de facilitar un crecimiento sostenible en el mediano y largo plazos.
En su análisis señala, que las cifras del Inegi demuestran que, a lo largo del sexenio, mientras la población en edad de trabajar aumentó en 9.6 millones, la población económicamente activa o participación laboral, lo hizo en 6.2 millones, en tanto que el salario base de cotización al IMSS es 24 por ciento mayor al de 2018 a precios constantes.
El empresariado dejó en claro que si bien en los últimos dos años la productividad de la mano de obra mexicana mejoró modestamente, es un hecho que a lo largo del sexenio mostró una disminución importante en comparación con otros países emergentes y, más importante, respecto a los principales socios comerciales.
“Cuando los mayores salarios no se corresponden con productividad y más bien coinciden con una caída de esta, el costo unitario de la mano de obra nacional aumenta. Esto es lo que ha pasado en México”, sentencia el documento, mientras en el poder Legislativo se discuten temas como la jornada laboral de 40 horas a la semana.
Añadió que a pesar de que los datos sobre la evolución del costo unitario de la mano de obra por países solo están disponibles hasta 2022, se aprecia claramente el impacto que ha tenido México en este sentido. De acuerdo con las cifras, de 2019 a 2022 el costo unitario en México aumentó 35.2 por ciento, muy por arriba de los países de la OCDE.
Añade que las razones de la caída de productividad laboral en México son diversas y complejas e incluyen la informalidad laboral, la falta de competencia y libre entrada y salida a las industrias nacionales y la calidad del capital humano en términos de capacidades productivas son generalmente causas de su estancamiento o reducción.
Además, la productividad media laboral del sector informal es apenas una cuarta parte de la del formal y consideró que hay causas indirectas que contribuyen a la informalidad y por ende a la baja productividad, como onerosos marcos regulatorios, un marco fiscal que no promueve la formalidad e incluso puede llegar a ser una limitante.
El CEESP enfatizó que desde hace un par de años cuando la inversión fija bruta inició una rápida tendencia a la baja en su ritmo de crecimiento de tal forma que, en los datos más recientes hasta octubre pasado, ya acumula tres meses consecutivos con resultados negativos, lo que significa que el acervo de capital se estanca.
En este sentido, enfatizó que también se deben tomar medidas para estimular la competencia económica y facilitar la inclusión de nuevos actores en las industrias en las que hay poca entrada y salida de empresas y es imprescindible dirigir la educación hacia campos útiles para la productividad

Foto: Cuartoscuro.com 


