Martín Avilés / Ovaciones
Foto: Cortesía @AEK_FC_OFFICIAL
El AEK Atenas despertó del sueño y se quedó en la cornisa de obtener un bicampeonato de la mano de Matías Almeyda. En contraste, el PAOK ganó el cuarto campeonato de su historia tras vencer por 2-1 al Aris para arrebatarle la corona con dos puntos de ventaja al vigente campeón en el final más dramático de la historia de la Superliga de Grecia.
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El equipo capitalino tenía que ganar ante el Lamia y esperar una derrota del PAOK frente al Aris para consagrarse por segundo año consecutivo. El conjunto de Orbelín Pineda y Rodolfo Pizarro cumplió con su parte al imponerse 3-0 a su rival en turno, pero el PAOK no dio tregua y obtuvo la corona del futbol helénico.
El croata Ljubicic puso el primero para la causa ateniense, a los 20 minutos, luego de una quirúrgica asistencia de Amrabat, quien en un saque de banda dejó solo a su compañero para que este definiera en el mano a mano.
Zuber aumentó la ventaja antes del medio tiempo con un potente disparo cruzado. Pero un silencio atroz se apoderó del OPAP Arena cuando llegó la noticia del gol del PAOK que acababa con sus aspiraciones.
Pero apenas al arranque del segundo tiempo, Morón empató el juego para el Aris a kilómetros de distancia y el drama una vez más se encendió. ‘Pelado’ Almeyda buscó evitar los sustos y dio ingreso a Orbelín, con el afán de controlar las acciones.
El tiempo transcurrió y Taison le devolvió la ventaja al PAOK; con ello cualquier esperanza del AEK se esfumó. Ni siquiera el gol de último minuto Szymanski devolvió la sonrisa a la afición capitalina, que dejó escapar dramáticamente la corona de campeón. Que viva el nuevo rey de Grecia.