REDACCIÓN OVACIONES
Foto: EFE
El partido en cuestión era el debut de los regiomontanos en la Liga de Campeones de la Concacaf. Rayados se enfrentaba al Comunicaciones de Guatemala en los dieciseisavos de final. El encuentro se llevó a cabo en el estadio Doroteo Guamuch Flores de la Ciudad de Guatemala.
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Antes del partido, se suscitó un conato de bronca entre los aficionados de Rayados y los aficionados locales. A las afueras del estadio, se desataron actos de violencia entre ambas barras. Varios videos que se difundieron en redes sociales mostraron los enfrentamientos.
En uno de los videos, se puede observar a varias personas rodeando a un individuo del club local, propinándole patadas y puñetazos. Mientras tanto, otros sujetos corren en diferentes direcciones en busca de posibles víctimas. Es preocupante que en ninguno de los clips publicados se observa la intervención de la policía guatemalteca.
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Según reportes locales, ocho personas resultaron heridas durante el incidente. Estos actos de violencia son lamentables y ponen en riesgo la seguridad de los aficionados y la reputación del futbol como un deporte de unidad y fair play.
Incidentes previos
Desafortunadamente, este no es el primer incidente de violencia protagonizado por los aficionados de Rayados. Hace unas semanas, durante un partido en el estadio TSM, los seguidores del equipo sufrieron un atropellamiento en los alrededores del estadio, el cual resultó en una persona fallecida. Estos sucesos son alarmantes y evidencian la necesidad de implementar medidas de seguridad más efectivas durante los eventos deportivos.
A pesar de los incidentes previos y el conato de bronca, el partido se llevó a cabo con normalidad. Rayados logró imponerse al Comunicaciones con un marcador de 4-1. Los goles del equipo mexicano fueron anotados por Germán Berterame, Arturo González, Luis Romo y Rodrigo Aguirre.
El triunfo de Rayados en este partido es un logro deportivo importante. Sin embargo, es fundamental destacar que el fútbol debe ser una plataforma para la sana competencia y la camaradería entre los aficionados, no un escenario para la violencia y la confrontación.
