Al rescate del Congreso

Kenia López y Laura Itzel Castillo asumen las presidencias del Congreso tras año de escándalos de Gutiérrez Luna y Noroña


Juan Ortiz

El Congreso inicia su segundo año con un cambio que va más allá de nombres. Tras meses marcados por escándalos, la Cámara de Diputados y el Senado estrenan nuevas presidencias: Kenia López Rabadán al frente de San Lázaro y Laura Itzel Castillo en la Cámara alta.

Dos mujeres que heredan un reto mayúsculo: devolverle dignidad a un Poder Legislativo que perdió seriedad con Sergio Gutiérrez Luna y Gerardo Fernández Noroña.

EL CONGRESO DEL ESCÁNDALO

En San Lázaro, Gutiérrez Luna y su esposa, la diputada Diana Karina Barreras, fueron señalados por lujos y un estilo de vida más cercano a la élite que a la austeridad que presume su partido.

La sanción contra una tuitera sonorense, obligada a pedir disculpas públicas por 30 días a Barreras, desató un debate sobre censura y abuso de poder. El asunto no tardó en mutar en exhibiciones públicas: bolsos de marca, relojes de lujo y fiestas VIP como la de la Fórmula 1.

En el Senado, Fernández Noroña pasó de ser defensor de la austeridad a encarnar la contradicción absoluta.

Camionetas Volvo, una casa de 12 millones de pesos y viajes en primera clase a Europa contrastaron con su discurso de pobreza franciscana. Cuando la periodista Azucena Uresti lo cuestionó, respondió exhibiéndola en redes. La cereza del pastel: obligar a un ciudadano que lo agredió a disculparse en la sede del Senado y pelearse a golpes con Alejandro Moreno.

Dos presidentes que confundieron las tribunas con escenarios de revancha personal dejaron maltrecha la imagen del Congreso.

KENIA LÓPEZ

La llegada de Kenia López Rabadán, abogada panista con experiencia en el Legislativo y en la academia, abre la posibilidad de un tono distinto. Durante su protesta, aseguró que su sello no será el espectáculo sino el acuerdo: “La política también se construye con la fortaleza, la visión y la sensibilidad de las mujeres”, dijo.

Su nombramiento no fue sencillo. Morena y sus aliados resistieron entregar la presidencia a la segunda fuerza en San Lázaro, como ordena la ley. Al final cedieron, pero dejaron claro que no están dispuestos a regalar espacios sin pelear. López Rabadán llega así con la misión de demostrar que se puede presidir la Cámara sin manotazos ni gritos.

LAURA ITZEL CASTILLO

En el Senado, Laura Itzel Castillo, arquitecta y política con larga trayectoria en la izquierda, planteó su visión: un parlamento que deje atrás el odio, clasismo, racismo y, sobre todo, el machismo.

Castillo, hija del líder histórico Heberto Castillo, representa una oportunidad para privilegiar el debate, no el escándalo. Su reto será enorme: Morena tiene mayoría absoluta y pocas veces escucha voces disidentes. Convertir al Senado en un espacio de deliberación real será prueba de fuego para su liderazgo.

EL RETO

El Congreso arranca un nuevo ciclo en un contexto donde la mayoría morenista controla los tiempos y resultados. La oposición tiene nulo margen para frenar reformas constitucionales. Sin embargo, el reto de las nuevas presidentas no está sólo en los números. Está en la forma.

Después de un año de portadas dedicadas a pleitos, lujos y casas millonarias, el Legislativo necesita recuperar su papel como baluarte del diálogo y la pluralidad.

El tono lo marcarán López Rabadán y Castillo. Dos perfiles distintos que pueden coincidir en algo: que la política no necesita espectáculos para ser relevante.

EL DATO INCÓMODO

El nuevo Órgano de Administración Judicial arrancó ignorando la paridad: de 11 cargos clave para manejar presupuesto, recursos y personal del Poder Judicial, no nombraron a una sola mujer. Defendieron una reforma judicial para acabar con el machismo en este poder, pero terminaron replicando lo que criticaban.