Aida Ramírez / Ovaciones
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En la primera quincena del actual mes de abril, la inflación despuntó nuevamente hasta 4.63% por mayores precios de diversos chiles, así como del jitomate y el tomate, por lo que las salsas ahora ya pueden costar más y con ello, incidir en el precio de la comida que se consume en restaurancitos, fondas, y loncherías.
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La inflación aceleró de esta forma por una variación de 0.09% en la primera mitad del cuarto mes del año, desde la tasa de 4.42% reportada en la última quincena del mes de marzo pasado, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) al presentar el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).
En la misma quincena de 2023, la inflación quincenal fue de -0.16% y la anual, de 6.24 por ciento.
En el desglose, los productos que observaron mayores incrementos en su precio fueron el chile serrano y otros chiles frescos, el jitomate, tomate verde, aguacate, naranja; así como loncherías, fondas, torterías y taquerías; además del gas LP y la gasolina de bajo octanaje en donde la gasolina ha pasado de costar en promedio 20 a 21 pesos, en la pasada quincena ya oscilaba en 22 y hasta 23 pesos por litro.
En tanto, los productos y servicios que registraron precios a la baja fueron la electricidad, cebolla, transporte aéreo, papa y otros tubérculos, azúcar, huevo, pepino, detergentes, servicios turísticos y hoteles.
Con lo anterior, la inflación estaría resistiéndose a regresar al objeto del Banco de México (Banxico), de 3% +/-1 punto porcentual, pero además, también estaría en un impasse la posibilidad de que en la próxima decisión de política monetaria, el 9 de mayo, se mueva a la baja la tasa de interés, que está en 11.0% desde el 22 de marzo pasado.
Asimismo, Victoria Rodríguez Ceja, gobernadora del instituto central, aseveró que el trabajo contra la inflación aún no está concluid, por lo que Banco estaría atento a la evolución de la inflación, en donde señaló que los servicios no han dado tregua.
Lo anterior, explicó, porque “las empresas no han terminado de traspasar a los precios finales los mayores costos de producción enfrentados desde la pandemia”.
En este sentido, el INPC mostró que los servicios continúan siendo la mayor presión para la inflación general, y mantienen algo el nivel de la inflación subyacente, la cual elimina de su cálculo los productos y servicios con precios más volátiles.
En la primera quincena de abril, el índice subyacente aumentó 0.16% a tasa quincenal y 4.39% a tasa anual, dado que las mercancías aumentaron su precio, mientras que los servicios lo hicieron en 5.21 por ciento.
Por lo que toca a la inflación no subyacente, en la primera mitad de abril registró una caída de 0.12 % quincenal, pero se ubicó en 5.38% anual, por un aumento de 6.98% de los productos agropecuarios.
En tanto los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno presentaron una inflación de 4.01% anualizado, aunque a tasa quincenal, los precios de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno retrocedieron 1.66 por ciento. Esto se debió, principalmente, a los ajustes en las tarifas eléctricas por temporada cálida en 17 ciudades del país.
