La movilidad urbana en México enfrenta retos crecientes por la congestión, la contaminación y la demanda de transporte eficiente. Alfredo Del Mazo Maza, especialista en políticas públicas, afirmó que “la solución para ciudades más inteligentes y sostenibles radica en integrar tecnología, planificación estratégica y modelos de gestión eficientes, más que depender únicamente de incentivos financieros”.

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Entre las prácticas internacionales más efectivas se encuentran las zonas de bajas emisiones, como la implementada en Londres, que restringe el acceso de vehículos contaminantes a áreas centrales; y las plataformas Mobility as a Service (MaaS) integrales, por ejemplo en Santiago de Chile, que permiten a los usuarios combinar distintos modos de transporte en una sola aplicación, optimizando tiempos y rutas.

Alfredo Del Mazo Maza señaló que estas experiencias demuestran cómo la innovación tecnológica y la planificación urbana estratégica pueden generar beneficios concretos, que van desde la reducción de emisiones, mejor flujo vehicular y mayor satisfacción de los usuarios, sin requerir necesariamente subsidios directos.

De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía (IEA, 2024), la implementación de políticas enfocadas en eficiencia operativa y gestión tecnológica puede reducir entre 10 y 20% las emisiones de CO₂ en áreas metropolitanas, al tiempo que fortalece la eficiencia del transporte público.

Con la adopción de estas estrategias, México tiene la oportunidad de consolidar un modelo de movilidad sustentable, donde la innovación, la integración multimodal y la gestión estratégica se conviertan en los pilares de un desarrollo urbano más limpio, eficiente y resiliente.