La afición rojiblanca está cansada. En redes sociales no hay un solo comentario que hable bien de la gestión de la directiva de Chivas, sobre todo después de volver a caer ante el más odiado rival en una edición más del Clásico Nacional el sábado pasado. El América le pasó por encima al Guadalajara tanto psicológica como deportivamente para exhibir las fobias de un equipo que se ha acostumbrado a mirar desde abajo a sus enemigos.
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Y el principal señalado es, por supuesto, el dueño del Club Deportivo Guadalajara, Amaury Vergara. Heredero del imperio forjado por Don Jorge, el actual jerarca del equipo tapatío se ha quedado corto en su intento por devolverlo adonde pertenece, en la pelea por los títulos de la Liga MX.
Se trata una de las crisis deportivas más alarmantes en la historia de la institución rojiblanca, al permitir que las Águilas se alejaran con 15 títulos como el más ganador en el campeonato mexicano por 12 del conjunto tapatío. Pero el acabose se gestó en este mismo mercado de fichajes, donde los jaliscienses, a pesar de obtener ingresos por patrocinios —al grado que la camiseta está plagada de nuevos anunciantes— no consiguió grandes fichajes a diferencia de sus rivales.
Simplemente, dos de sus posibles fichajes, ’Chiquito’ Sánchez y Andrés Montaño, terminaron en América y Cruz Azul para desgracia del chiverío, que en contraste, se tuvo que conformar con nombres más discretos como Omar Govea, Fidel Barajas, Daniel Aguirre y Bruce El-Mesmari. Lo peor, ocurrió cuando se supo del contrato con Amazon para transmitir sus partidos en Prime Video para dejar Televisa a cambio de 20 millones de dólares, mismos que no se invirtieron en refuerzos.
Eso desató la furia de los aficionados tapatíos, quienes en redes sociales no se cansan de mostrar su molestia e incluso impulsar boicots contra las marcas patrocinadoras, en una forma de manifestarse y que se escuche su voz. Y es que Guadalajara sostiene una narrativa de que le venden caro y no hay suficiente presupuesto para ir por los peces gordos del mercado, mismo que se ha desmitificado con esas mismas contrataciones de sus pretendidos, pero por otros clubes.
Lo peor del caso es que Vergara se paseó por el Guadalajara Open de tenis durante la semana previa al Clásico Nacional, una imagen que la afición rojiblanca no perdonó y agudizó sus reclamos hacia el mandamás, a quien le piden una y otra vez que se deshaga del equipo y continúe con sus negocios para dar pie a alguien que sí muestre interés por el club.