Se avecina un nuevo Clásico Joven de Liguilla. El América domó a su bestia negra Pachuca sin ni siquiera despeinarse y con una victoria de 2-0, lo eliminó para avanzar a las semifinales del Clausura 2025.
En el Día de las Madres, el Tricampeón de México dio de regalo el pase a todas sus aficionadas, además de que el sueño del tetracampeonato está más vivo que nunca, a la espera de rival que bien podría ser una vez más Cruz Azul en la antesala de la final, siempre y cuando La Máquina elimine al León este domingo en Ciudad Universitaria.
Por su parte, Pachuca se quedó muy corto en esta serie, en relación a lo que suele presentar cada vez que se enfrenta al América. Esta vez, no hubo nada de terror por parte de los Tuzos hacia las Águilas, desaprovechó totalmente su localía el miércoles pasado y en el juego de vuelta como visitante intentó, pero lo que terminó por matarlo fue su insolvencia defensiva.
Ahora, el conjunto de los Tuzos deberá enfocarse en el venidero Mundial de Clubes y tratar de hacer un digno papel tanto por ellos como por el Grupo Pachuca al que le eliminaron a León.
De vuelta a este encuentro, quizá si los hidalguenses hubiesen tenido mejor puntería, la historia habría sido distinta. Antes de que América abriera el marcador en la primera parte, los dirigidos por Guillermo Almada reventaron el travesaño en dos ocasiones.
Pero lo que no metes en arco contrario, una regla universal no escrita del futbol dice que entrará en el tuyo. Y así sucedió. Al minuto 16′ en una jugada a velocidad por parte del América, el chileno Víctor Dávila sacó disparo que fue desviado.
La pelota le quedó a Alejandro Zendejas, quien no dudó en sacar el tiro a segundo poste para vencer al guardameta Carlos Moreno, quien no tuvo tiempo de achicar el espacio.
En el marco del 10 de mayo, el Estadio Azulcrema presentó una muy buena entrada y por supuesto que con el primer gol de su equipo, explotó de júbilo por la apertura del marcador.
Con esa anotación, América ya obligaba al Pachuca a meter dos si quería avanzar a la siguiente ronda. Pero lejos de eso, llegó el doblete de Zendejas.
Al minuto 28, Kevin Álvarez se lanzó al ataque por la banda de la derecha; en tres cuartos de cancha, observó que Alejandro Zendejas entraba totalmente solo al área por la banda de la derecha.
Le puso la pelota exacta y ante la muy tibia y desubicada marca del Pahuca, de primera instancia el volante méxico-estadounidense conectó el esférico para una vez más vencer al arquero Moreno.
Es decir que ni siquiera habían pasado 30 minutos de este juego de vuelta, cuando América ya había resuelto esta serie, porque si bien Pachuca le sabe jugar a las Águilas, es prácticamente imposible que cualquier equipo de la Liga MX le meta tres tantos de visita al Tricampeón.
Hubo un momento antes del primer gol de Zendejas, que los Tuzos jugaban bien con la pelota; de hecho, se la habían quitado al local y los murmullos comenzaban en las gradas del estadio, por las cuales corría un aire frío que ya refrescaba una noche que fue totalmente americanista.
Después de los dos goles, Pachuca cayó muy pronto en desesperación y comenzó a hacer el juego muy ríspido, en particular el marroquí Oussama Idrissi.
El talentoso futbolista ofensivo de los Tuzos perdió la cabeza y antes de que terminara la parte inicial se fue expulsado por doble amarilla, ante el reclamo de todo el equipo hidalguense. Inclusive ya se había salvado de que lo echaran antes.
La realidad es que Idrissi se ganó las tarjetas a pulso, en una demostración más del futbolista de que en momentos álgidos de presión pierde la cabeza como ya le había pasado antes en su etapa con los Tuzos.
Idrissi se le fue durísimo a los reproches al árbitro central Daniel Quintero, al grado de que el asistente tuvo que ponerse entre el jugador y el juez, para que no pasara a mayores la situación.
Además, de pronto Álvaro Fidalgo se enfrascó en una discusión con los jugadores del Pachuca y casi se arma la gresca en buena proporción. Sin embargo, las aguas se calmaron rápido.
Ya con un hombre menos en el campo, la misión para Pachuca lucía imposible: en casa del Tricampeón de México, meterle tres goles con diez hombres en el campo, lo cual era digno de una historia de película.
Por supuesto que eso no sucedió. Al contrario, se expuso para que América le metiera más goles que le ayudaran a los azulcremas a sepultar esta especie de rivalidad-paternidad que tenían los Tuzos.
El segundo tiempo fue de mero trámite, aunque eso no significó que los de André Jardine ya no buscaran más goles; al contrario, para deleitar a su afición que hizo una buena entrada, fueron hacia el frente.
Mientras que del lado del Pachuca, el técnico Almada metió cambios para tratar de equilibrar a su equipo que se quedó con diez y así finalizar dignamente su participación en este torneo, su último como entrenador de los hidalguenses, si bien aún dirigirá el Mundial de Clubes.
El estratega uruguayo pobló el mediocampo para que los circuitos azulcrema no fluyeran tan fácil, pero a costa de dejar muy solo al veterano delantero Salomón Rondón, que hizo lo que pudo. Lo más cerca que estuvo Pachuca del gol en el segundo tiempo fue un tiro al poste por parte de Arturo González.
América se dedicó a darle toque al Pachuca, lo cual la afición azulcrema acompañó con el famoso “ole”, muy ad hoc para esta zona de la capital del país con la Plaza de Toros México a un lado.
El segundo tiempo transcurrió sin mayores contratiempos, además de que hubo oportunidad para la reaparición de Diego Valdés, además de que Rodrigo Aguirre falló un penal y el Tricampeón avanzó por séptimo torneo consecutivo a las semifinales, a la espera de su rival que pinta para ser Cruz Azul.
Y si eso sucede, se confirmará una vez más que el partido más importante del futbol mexicano en la actualidad es el Clásico Joven, por encima del Clásico Nacional.
Porque las series entre América y Cruz Azul, en el último año y medio, han resuelto un título de liga y una semifinal hace seis meses, más unos cuartos de final de Concacaf apenas hace un mes.
Y por supuesto porque hay mucha rivalidad entre ambas instituciones, amén de las cuentas pendientes que históricamente tienen dos de los clubes más importantes del futbol mexicano. Ahora, solo le toca a Cruz Azul hacer su parte.