AMLO pierde el norte; Hank recula tras llamar basura a Lupita Jones

20, mayo 2021

Y si el norte fuera el sur.

Históricamente, la presunta izquierda no ha existido en México.

Los 78 años de PRI y 12 de PAN así lo demuestran.

En 2018, Andrés Manuel López Obrador consiguió lo que parecía imposible: apoyo en regiones del país donde jamás se pensó.

Sumó seguidores en el norte del país y así obtuvo 31.1 millones de votos.

Tres años después ha perdido el respaldo en esos estados. Lo ganado lo tiró por la borda, debido a sus decisiones equivocadas y autoritarias, principalmente en el combate a la epidemia de Covid-19, que tiene a México en el tercer lugar en número de muertos, con 250 mil, sólo detrás de Estados Unidos, 587 mil, y de Brasil, que tiene 442 mil.

Con todo y que la vacuna haya avanzado ya.

Nuevo León, el estado más rico del país y símbolo del norte, está perdido para Movimiento Regeneración Nacional (Morena), partido que inventó y dirige Andrés Manuel.

Su candidata, Clara Luz Flores, no existe, no gravita, pese a que comenzó la campaña en primer lugar.

El video que Adrián de la Garza, candidato del PRI-PRD, reveló en el que se ve cómo sonríe y dialoga con Keith Raniere, fundador de la secta NXIUM, la acabó.

Fue letal.

El ganador se definirá entre Samuel García, de Movimiento Ciudadano, y De la Garza. Ella, priísta que brincó a Morena por conveniencia, como decenas, está en el fondo, en un lejano tercer lugar.

El desplome es impresionante, porque hace un par de meses iba en primer lugar.

Nuevo León está perdido para Morena y ese fracaso es clave, porque ganarlo representaba la penetración confirmada de un gobierno presuntamente de izquierda al corazón del capitalismo y la industrialización.

No será así.

Coahuila tuvo renovación del Congreso en 2020 y el resultado fue demoledor: carro completo para el PRI en los 16 distritos electorales.

Hidalgo, aunque en el centro del país, también tuvo elección -pospuesta por la epidemia de Covid-19- y en la renovación de alcaldías el PRI se llevó 32 de 84, incluida la capital, Pachuca.

Chihuahua, aunque cerrado con Morena al acecho, parece para el PAN, con Maru Campos, alcaldesa de Chihuahua, capital, con licencia.

Pese a que el traicionero gobernador Javier Corral quiso enviar a la cárcel a Campos, el efecto fue contrario: la impulsó.

Sonora, donde el gris y poco carismático Alfonso Durazo Montaño es el candidato impuesto por Andrés Manuel, el panorama se ha complicado.

De estar en primer lugar, el secretario de Luis Donaldo Colosio y de Vicente Fox Quesada está hoy en un empate técnico con Ernesto Gándara, ex priísta -renunció a la militancia- y candidato de PRI-PAN y PRD.

En Baja California, la candidata del gobernador Jaime Bonilla Valdez, Marina del Pilar Avila, ex alcaldesa de Mexicali, puntea, pero Jorge Hank Rhon, de Partido Encuentro Solidario (PES) se acerca peligrosamente, pese a sus constantes errores, como llamar basura a Lupita Jones, candidata de VaPorMexico, integrado por PAN-PRI y PRD.

Ayer reculó y reconoció que fue una “expresión desafortunada”.

Baja California Sur está perdido para Morena. Ahí manda el PAN y volverá a ganar.

Andrés Manuel no pensaba todavía hace un par de meses que el norte se le escaparía de las manos.

Y no se ha dado cuenta de que en poco menos de tres años desperdició la oportunidad histórica de cambiar de verdad al país, luego de ese triunfo avasallador en 2018.

Similar a lo sucedido con Vicente Fox en 2000, cuando echó al PRI del poder por primera ocasión en siete décadas.

La elección intermedia suele ser difícil para el partido oficial, porque paga los costos del ejercicio del gobierno.

La Cámara de Diputados es la clave en esta elección intermedia y tampoco pinta fácil el panorama para Morena y López Obrador.

Faltan dos semanas para la elección más grande en la historia de México.

 

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