Ancira, Lozoya, Zaldívar, Yunes y la negociación del uso de la ley

20, abril 2021

Negociar la ley o utilizarla no es ilegal cuando le conviene al gobierno en turno, pese a haberlo criticado siempre.

El acuerdo con Alonso Ancira Elizondo, presidente del Consejo de Administración de Altos Hornos de México, lo confirma.

Es como el aumento de dos años a la presidencia de Arturo Zaldívar Lelo de Larrea en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

Violación flagrante del artículo 97 de la Constitución, pero constitucional,  según Andrés Manuel López Obrador, porque así conviene a su gobierno.

Porque quiere garantizar que cuando se inconformen, mediante amparos, por ejemplo, todos los empresarios y empresas a los que está arrollando con sus decisiones unilaterales y reformas que no son sino leyes de segundo nivel, según constitucionalistas y expertos en derecho, como Diego Valadés, sean rechazados.

A Emilio Lozoya Austin lo trajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador de Europa para exhibir al PRI y al PAN.

A cambio de echar tierra, lodo, a quien le ordenaran se le ofreció impunidad. Y sólo el exsenador del PAN, Jorge Luis Lavalle, esta en prisión por las acusaciones de Lozoya en el Caso Odebrecht.

Porque si a quienes acusa se les procesará por violar la ley, por delinquir, por corruptos, ¿Lozoya dónde queda en la historia?

Como Ancira, negoció la ley.

Y si esto fuese para beneficio del país, de la nación, de los mexicanos, como se argumenta, tal vez sería aceptable.

Pero Ancira Elizondo ni siquiera pagará la cantidad que debería.

Devolverá lo mismo que recibió, y en abonos chiquitos para pagar menos.

La venta de la chatarra a Petróleos Mexicanos (Pemex), de la que Lozoya Austin recibió un billete sucedió en 2013.

Ocho años después, el empresario señalado históricamente por sus triquiñuelas, devuelve la misma cantidad, después de haber invertido ese capital y obtenido ganancias.

Ayer salió de prisión en camionetita de lux, con saquito azul, camisita blanca, un habano y sonriente, se fue a casa.

¿Y Lozoya Austin?

En algún lugar de México, tomando buen vino, descansando y comiendo como rey. Como le gusta y como siempre lo ha hecho.

En el caso de la Corte, Zaldívar Leo de Larrea no se ha pronunciado.

Es fan de Andrés Manuel.

Lo ha declarado abiertamente.

Y ya ha habido fallos que le favorecen.

Aún tiene tiempo para no violar la Constitución, como presidente del máximo tribunal del país.

Ayer, Andrés Manuel dijo en su mañanera que aumentar esos dos años es constitucional, pero que los diputados decidirán.

 

La FGR utilizada

Miguel Angel Yunes es un traicionero.

Un trepador y vividor.

Cuando peleó con Elba Esther, su protectora y quien lo puso en la dirección del ISSSTE como pago de factura de Felipe Calderón por el apoyo en la campaña, no dudó en aventarla.

Reveló que la corrupta dirigente sindical de los maestros le pedía 20 millones de pesos mensuales.

Es una ficha, sin duda.

No obstante, el proceso que abrió la Fiscalía General de la República (FGR) huele, hiede a uso político electoral.

Ya sabe cómo es uno de mal pensado.

 

Vámonos:

Jaime Bonilla Valdez, gobernador de Baja California, hace lo que quiere.

Se fue a Los Angeles a ver a los Dodgers.

Es aficionado del beisbol, como su amigo Andrés Manuel.

Lo que jamás menciona es cómo lo expulsó la Liga Mexicana del Pacífico, por sus transas.

Pagaba a los jugadores contarios según la acusación. Violaba el reglamento.

 

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