Andrea Chávez: precampaña con bata blanca

Andrea Chávez usa caravanas médicas con su nombre para promocionarse en Chihuahua, anticipando la carrera por la gubernatura de 2027



Una camioneta blanca llega a una colonia de Chihuahua. Tiene médicos, medicinas y gente formada desde temprano. En el toldo, una lona enorme: “Andrea Chávez: Bienestar por…”. La gente recibe atención… y también propaganda.

No es un programa del gobierno. No es gestión del Senado. Es pura operación política. Porque cuando la ayuda tiene nombre y apellido, ya no es solo ayuda. Es promoción personal.

Andrea Chávez dice que no se avergüenza de llevar doctores. Y tiene razón en una cosa: dar salud, no da vergüenza. Lo que da vergüenza es usar la necesidad de la gente para hacer campaña adelantada.

PRE PRECAMPAÑA

La elección para la gubernatura de Chihuahua es en 2027. Pero la precampaña ya empezó. No lo dice el INE. Lo dice Andrea Chávez con sus acciones.

La senadora aparece en espectaculares por todo el estado. También en revistas, entrevistas, redes sociales. Pero su carta fuerte no es digital: son vehículos con doctores y medicinas que recorren las colonias bajo su nombre.

No hay logotipos oficiales. No hay programa institucional. Todo es de ella. Todo se difunde desde sus redes. Todo se promociona como “su esfuerzo”.

Y cuando le preguntan por las denuncias, se victimiza: “¿Me acusan por llevar salud al pueblo?” No, senadora. Se le acusa de hacer campaña adelantada con recursos opacos.

Según el portal Latinus, mantener una caravana como esa cuesta unos 10 millones de pesos al mes. ¿Quién pone el dinero? Los vehículos serían de FMedical, empresa del empresario Fernando Padilla Farfán, amigo cercano de Adán Augusto López, y proveedor estrella de gobiernos de Morena.

Andrea Chávez ya lo reconoció: sí, él la apoya. Lo que no dice es cuánto cuesta ese apoyo, ni por qué se lo da. Así que no hay filantropía, aunque se oculte detrás de una bata blanca.

LA LEY

La Constitución lo dice claro. El artículo 134 prohíbe que cualquier servidor público use su imagen, nombre o cargo para promoción personal. No importa si el dinero es público o privado. Lo que importa es no colgarse del puesto para posicionarse electoralmente.

Y eso es justo lo que hace Chávez. Usa su cargo de senadora, su plataforma personal y su visibilidad para adelantar la carrera hacia la gubernatura.

La dirigencia nacional del PAN ya presentó denuncias por promoción personalizada, uso indebido del cargo y posible financiamiento ilegal. Falta que las autoridades electorales pongan un alto… o lo permitan.

¿Será que aprendieron del manual de las corcholatas? Las giras, los mítines disfrazados, los espectaculares sin dueño. Y ahora lo aplican a nivel local.

NUEVO MODELO

Chávez dice que la atacan por ayudar. Pero no. No se le critica por dar salud. Se le critica por construir su candidatura disfrazándola de servicio. Porque detrás de cada consulta hay una foto. Detrás de cada brigada, una publicación. Detrás de cada ayuda, un posicionamiento.

No es salud. Es marketing político con estetoscopio. Y si esto no se investiga, será el nuevo camino para todos los que aspiran a gobernar: conseguir dinero privado, montar un programa de ayuda, ponerle tu nombre y que nadie te diga nada.

Hoy lo hace Andrea Chávez. Mañana lo harán todos. Y si no hay freno institucional, el 2027 se ganará con las campañas adelantadas de 2025. No por votos, sino por ventaja ilegal.

No se trata de atacar a quien ayuda. Se trata de defender la equidad, la transparencia y las reglas del juego.

Porque cuando un político se promociona con recursos de origen incierto, con estructuras fuera de control, con nombre propio en cada esquina, la democracia ya perdió, aunque aún no haya elecciones.