Viajes, ropa, lujos, vehículos… La nueva clase política se parece mucho a la anterior. Quizás la única diferencia es que estos nuevos levantaron como bandera la austeridad republicana y repitieron incontables veces que “no puede haber gobierno rico con pueblo pobre”. Porque… ¿quién podría estar en desacuerdo?
El problema es que muchos de los que defendían tener un billete de 200 pesos en la cartera, no usar tarjetas de crédito y vivir con un solo par de zapatos son los mismos que ahora presumen lujos, marcas y vida de revista, mientras acusan a sus adversarios de que “su dios es el dinero”.
VACACIONES DORADAS
En las últimas semanas, varios líderes morenistas han sido exhibidos por vacacionar en destinos que un trabajador con salario mínimo jamás podría pisar. Ricardo Monreal, coordinador de los diputados de Morena, en Madrid. Mario Delgado, secretario de Educación Pública, en Portugal. Y Andy López Beltrán, secretario de Organización de Morena, en Japón.
Este último desató el mayor escándalo. No sólo por ser hijo de un expresidente, sino por ser hijo de quien más ha predicado (y exigido) la “pobreza franciscana” como doctrina oficial.
Andy ya llevaba semanas de silencio después de que Morena obtuviera malos resultados en Durango y Veracruz. Ni siquiera asistió a la Convención Nacional de Morena, donde Adán Augusto fue el centro de atención por el escándalo de su narcosecretario de Seguridad.
Cuando finalmente rompió el silencio, se hundió más. Publicó una carta donde explicaba que su viaje era por “extenuantes jornadas de trabajo”. Como si no hubiera millones de mexicanos que trabajan de lunes a sábado y pasan horas en transporte.
Peor aún: dijo que su hotel costaba 7,500 pesos diarios. Es decir, lo que gana un trabajador con un salario mínimo en un mes, él lo gasta en una noche.
LUJO PROTEGIDO
La diputada Diana Karina Barreras ha sido blanco de escarnio público desde que denunció a la ciudadana Karla Estrella, por presunta violencia política de género. La sanción: disculpa pública durante 30 días y ser inscrita en el Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política de Género. Cada vez que Karla sube una disculpa, llueven las críticas contra Barreras.
Pero ahora el escarnio va más allá. El periodista Jorge García Orozco ha exhibido el guardarropa de Sergio Gutiérrez Luna y su esposa Diana Karina Barreras: ropa, zapatos, joyas, cuadros y relojes de alta gama. El conteo estimado (hasta ahora): 5 millones de pesos.
Así se desmorona aquel video de Gutiérrez Luna “contra los lujos y el derroche” de los consejeros del INE. Y surge la pregunta inevitable: ¿todo eso puede pagarse con sus sueldos públicos?
DEFENDER LO INDEFENDIBLE
Algunos intentan justificar estas exhibiciones diciendo que “la austeridad es sólo para el gobierno, no para lo que hagan con su dinero los políticos”. Tres problemas: 1) Hay lujos que no coinciden con los ingresos de sus cargos. 2) La opulencia política indigna sin importar colores o ideología. 3) La llamada austeridad tampoco existe en el gobierno. Un ejemplo: los megaproyectos de este sexenio superaron 673 mil millones de pesos de sobrecosto… y aún requieren subsidios millonarios para operar.
Toda la clase política le debe congruencia a México.
EL DATO INCÓMODO
Llegó la cruda fiscal. Tras el derroche de 2024, en 2025 al gobierno de Sheinbaum le cuesta llegar a fin de mes. Según Hacienda, en los primeros seis meses del año se dejaron de gastar casi 287 mil millones de pesos. ¿Los más afectados? Salud e infraestructura. El nuevo gobierno heredó el poder… y también las deudas.



