Los aranceles de 25 por ciento impuestos por Estados Unidos a las importaciones de México y Canadá, y que entran en vigor el próximo 4 de febrero, afectarán significativamente a la industria exportadora mexicana, que representa el 83 por ciento del total de exportaciones del país y además violan los acuerdos del TMEC, advirtió el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Señaló que los sectores más afectados serán la industria automotriz, alimentaria y de construcción, además, se espera que los consumidores estadounidenses también enfrenten un aumento en los precios de los productos debido a estos aranceles, Advirtió que esta medida no tiene precedentes en la historia de la relación comercial de América del Norte y ante este panorama en indispensable que México, Estados Unidos y Canadá apuesten por una integración más profunda, no por el aislacionismo.
Y es que, dijo, el impacto de estos aranceles será particularmente severo para industrias altamente integradas en la región, como la automotriz, aeroespacial, electrónica y agropecuaria. Cualquier barrera comercial aumentaría costos de producción y afectaría la competitividad de la región frente a otros mercados. En el sector de autopartes, por ejemplo, 57 por ciento de las importaciones de Estados Unidos consisten de productos mexicanos o canadienses.
El IMCO agregó que la migración y la crisis del fentanilo, que son los temas que ha reclamado el presidente de EU, Donald Trump, solo se resolverán con mayor cooperación entre los tres países, no minando la confianza y revirtiendo una integración de tres décadas.
Insistió en que la integración económica de América del Norte ha impulsado el crecimiento y la competitividad en beneficio de los tres países y advirtió que la imposición de aranceles va en contra del espíritu y letra del T-MEC, un tratado diseñado para garantizar el comercio libre y generar certidumbre entre los tres países.
“Debilitar los principios del T-MEC no solo afecta al bloque económico más importante del mundo y reduce su competitividad frente a otras regiones, sino que también pone en riesgo empleos, interrumpe las cadenas de suministro y frena el crecimiento económico. Además, los aranceles afectarían negativamente el poder adquisitivo de los consumidores en los tres países”, dijo.
Finalmente, el IMCO hizo un llamado al gobierno mexicano para continuar el diálogo con sus socios del T-MEC con el objetivo de preservar el comercio abierto en la región y fortalecer la competitividad de nuestras cadenas productivas y economía regional.