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Madrid.- La feria de arte contemporáneo internacional ARCOmadrid echó hoy el cierre a su 43 edición, manteniendo sus cifras de visitantes respecto a 2023, con cerca de 100.000, cumplió con las expectativas de ventas y se convirtió en la primera edición paritaria con una fuerte presencia de mujeres artistas.

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“Es un orgullo para esta feria y creo que se nota, se respira y se perciben los stands”, dijo hoy la directora de ARCO, Maribel López sobre la presencia de mujeres artistas en la feria.

ARCO afrontó hoy su quinta y última jornada. Durante cinco días coleccionistas, expertos, galeristas y público general de todo el mundo se acercaron a ver las propuestas de 205 galerías, de las que más de la mitad -65 por ciento- vinieron de fuera de España.

La feria contó este año con artistas de vanguardia como María Blanchard, coetánea de Juan Gris, piezas de Aurelia Muñoz -su obra está en el MOMA-, o de jóvenes como María Pratts y Teresa Solar.

También se ha podido ver el trabajo de fotógrafas como Ouka Leele o Colita, la videoartista Marina Muñoz y veteranas artistas geométricas como Elena Asins o Elena Bosshard, esta última cuyo legado había desaparecido por completo y que ha encontrado el galerista José de la Mano.

El caribe, tema central y el 30 % de galerías, latinoamericanos

El programa ‘Nunca lo mismo. Arte latinoamericano’, y el Caribe como tema de esta edición convirtieron a Latinoamérica en protagonista de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid (ARCO), con la migración como eje central.

‘La orilla, la marea, la corriente: un Caribe oceánico’, fue el tema central de ARCO 2024, que abrió sus puertas el pasado martes para el público profesional, con 205 galerías -el 65 % extranjeras-.

El 30 % de ese 65 % fueron latinoamericanas -38-, que se repartieron entre las que se encuadran en el lema general dedicado al Caribe -19- y otras 19 dentro del programa general y la sección ‘Nunca lo mismo. Arte latinoamericano’.

Además, la revalorización de las culturas no occidentales y las visiones del mundo indígena alejadas de las perspectivas eurocéntricas fueron el pilar de la sección ‘Nunca lo mismo’, que se realiza desde el año 2022 y en la que en esta ocasión hubo obras como las del argentino Andrés Piña, en la galería bonaerense Sendrós.

Buenas ventas

“Las galerías están muy contentas, los primeros días, que son los días de profesionales estuvieron muy activos”, explicó la directora de la feria, que cree que fue una edición “muy emocionante”.

López pudo ofrecer cifra de volumen de ventas, aunque sí apuntó que las instituciones hicieron un esfuerzo extra, es el caso del Museo Reina Sofía de Madrid que sumó 150.000 euros a los 400.000 que cada año emplea el Ministerio de Cultura español en comprar obra y este año superó el medio millón de inversión.

“Han comprado 30 obras de 22 artistas, 17 de ellas mujeres, muchas españolas y también latinoamericanas -añadió-. Eso es muy importante”

Muchas veces la feria, precisó, sirve para iniciar un proceso de negociación que se cierra meses después, especialmente con “las piezas de más envergadura, de más precio”. “El balance de una feria que se celebra hoy en día se debería hacer a los 6 meses”, argumentó.