Arranca el Programa Integral de Atención a Palmeras en la CDMX

El Gobierno capitalino retirará 1,500 palmeras canarias enfermas o muertas y las reemplazará con árboles nativos como fresno, olmo, arrayán y tejocote



Foto: Cortesía GCDMX

El Gobierno de la Ciudad de México inició el Programa Integral de Atención a Palmeras, cuya meta es retirar mil 500 ejemplares en estado crítico o muertos en pie de aquí a diciembre de este año y sustituirlos por árboles nativos. La medida busca controlar la epidemia fitosanitaria que desde hace más de una década afecta a la palma canaria (Phoenix canariensis), ampliamente distribuida en avenidas emblemáticas y convertida en parte del paisaje urbano de la capital.

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Una especie emblemática en riesgo

Durante la presentación del programa, la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, recordó que las palmeras canarias llegaron a México a principios del siglo XX desde las Islas Canarias y se instalaron en camellones y avenidas como Reforma, Florencia, Vértiz, Fray Servando, Diagonal San Antonio y Avenida de las Palmas, sin embargo, desde 2011 se detectaron síntomas de enfermedad y declinación, un fenómeno que también afecta a otras ciudades del mundo.

Foto: Cortesía GCDMX

En la capital existen alrededor de 15 mil ejemplares, de los cuales 9 mil presentan síntomas letales de declinación: hojas amarillentas, cogollo debilitado y pudrición en troncos y raíces.

De acuerdo con el gobierno de la Ciudad, el 86% de los árboles afectados se concentra en las alcaldías Benito Juárez, Cuauhtémoc, Coyoacán y Miguel Hidalgo, donde representan un riesgo para la seguridad de la ciudadanía.

Brugada Molina indicó que “las palmeras se han convertido en un problema de seguridad por su declinación severa. Hoy arrancamos este programa para retirarlas y sustituirlas por árboles majestuosos que reverdezcan la ciudad”.

Objetivos y organización del programa

El Programa Integral de Atención a Palmeras tiene como ejes: controlar la epidemia fitosanitaria, frenar la propagación de hongos y microorganismos, y sustituir los ejemplares dañados.

Foto: Cortesía GCDMX

La SEDEMA, a cargo de Julia Álvarez Icaza Ramírez, y la SOBSE, encabezada por Raúl Basulto Luviano, trabajarán en conjunto con más de 200 trabajadores especializados, entre dictaminadores, escaladores, biólogos y auxiliares de campo.

Explicaron que el procedimiento de atención contempla tres pasos: primero, el retiro de las palmeras muertas o en declinación severa; después, el destoconado de raíces y la descontaminación del suelo; y finalmente la sustitución por árboles nativos, con monitoreo permanente de los ejemplares nuevos y de las palmeras aún sanas.

Éste es un trabajo complejo que requiere capacitación y estrategia. Tendremos una fuerza de 70 trabajadores de Obras y 120 de Medio Ambiente, con equipos especializados, grúas de 40 toneladas, destoconadoras y vehículos para garantizar los resultados”, explicó Basulto Luviano.

Árboles nativos en sustitución

La sustitución no solo busca eliminar riesgos, sino transformar el paisaje urbano. Los espacios donde antes había palmeras se poblarán de especies nativas, adaptadas al clima y suelo de la ciudad, resistentes a sequías y de bajo mantenimiento.

Foto: Cortesía GCDMX

Entre los árboles considerados se encuentran: duraznillo, tejocote, arrayán, fresno, olmo, ébano, guamúchil, cedro, palo de rosa, sicomoro, frijolillo o colorín, arrayán de fruta y astronómica.

Durante el acto inaugural, Brugada Molina encabezó la sustitución simbólica de una palmera por un olmo de más de tres metros de altura en el camellón de Diagonal San Antonio. “Donde antes había una palmera muerta, ahora hay un árbol nativo que florecerá en primavera y dará vida a la ciudad”, destacó.

Reutilización de los troncos

El programa contempla un destino sustentable para los restos retirados. Los troncos de las palmeras taladas serán tratados y transformados en muebles urbanos que se colocarán en parques y espacios públicos. “No se van a desaprovechar, tendrán un nuevo ciclo de vida útil en la ciudad”, precisó Brugada Molina.

Compromiso de reverdecimiento

El Gobierno capitalino enmarcó esta acción dentro de un plan más amplio que busca plantar millones de árboles, arbustos y plantas de aquí a 2030 en zonas urbanas y de conservación. La estrategia incluye la creación de manzanas y calles verdes, además de fortalecer la reforestación del Bosque de Agua, que abarca la zona del Ajusco y la Magdalena Contreras.

Foto: Cortesía GCDMX

Queremos que los vecinos pidan plantar árboles, no quitarlos. Hoy sabemos qué especies son adecuadas para el entorno urbano, con raíces que no dañan casas ni banquetas. Se trata de someternos a la naturaleza, no al revés”, señaló la jefa de Gobierno.

Un nuevo ciclo para la ciudad

El programa se presenta también como un homenaje a las palmeras que marcaron la identidad de la capital durante más de un siglo.

Finalmente, señalaron que con esta medida inicia un proceso de transformación urbana en el que las avenidas que antes lucían palmeras ahora se poblarán de árboles florales y resistentes, fortaleciendo la biodiversidad, reduciendo el efecto de isla de calor y ofreciendo espacios más verdes para la ciudadanía.