Cuando se supo que Joey Bosa tenía las horas contadas con Los Ángeles Chargers, de inmediato vibró su teléfono celular con un mensaje de Josh Allen. El jugador mejor pagado de la NFL le aseguró que si sumaban esfuerzos y trabajaban en la vía correcta, podrían alcanzar la gloria juntos en el Super Bowl. Y así se convenció de llegar a Highmark Stadium.
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Durante la conferencia de prensa para la presentación oficial de Joey Bosa con los Bills, tras firmar un contrato de un año por 12.6 millones de dólares, no habló de otra cosa que no fuera ganar un campeonato.
Después de todo, unirse al equipo que quedó a tres puntos de coronarse en la AFC, era razón suficiente para motivarse. De hecho, Bosa comparó a Buffalo con sus días en Ohio State, equipo con el que en 2014 fue nombrado Jugador Defensivo del Año de la Big Ten y uno de los 12 All-Americans unánimes en la misma temporada en que los Buckeyes se alzaron con el campeonato nacional.
“Simplemente algo diferente. Han pasado nueve años (todos con Los Ángeles Chargers), y estoy muy agradecido por mi carrera y cómo se ha desarrollado. Pero estoy listo para vivir algo diferente. Me estoy haciendo mayor y estoy listo para ganar. Creo que este equipo está preparado para hacerlo, y estoy emocionado de unirme a una cultura ganadora, una cultura de fútbol americano, en una ciudad de fútbol americano”, dijo Bosa.
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El defensor de 29 años comprende que hay mucho en juego, y sus nuevos compañeros ya se lo han demostrado. De hecho, cuando Allen se puso en contacto con él, le explicó el legado que este equipo pretende dejar en el Estadio Highmark antes de su mudanza prevista para 2026.
“El año pasado en este estadio, creo que tuvimos la oportunidad de hacer algo especial. Josh me escribió que si logramos lo que nos propusimos, podríamos ser inmortalizados en esta ciudad. De eso se trata, de ganar un campeonato. Y por eso creo que la gente está aquí”, reveló.
El contrato de un año de Bosa se debe —en gran medida— a un declive en su juego en las últimas temporadas. No ha disputado una temporada completa desde 2021, solo ha aparecido en 28 partidos en las últimas tres temporadas y, si bien Bosa fue seleccionado para su primer Pro Bowl desde 2021 el año pasado, sus 5.0 capturas y 13 golpes al quarterback fueron los mínimos de su carrera en temporadas con al menos 10 partidos jugados.
Pero Bosa atribuyó sus recientes bajas de rendimiento a las lesiones. Se perdió tres partidos al principio de la temporada por una lesión en el glúteo, y luego jugó al 70% o 60% durante buena parte de la temporada tras su regreso.
“La temporada pasada, durante el campamento, durante la pretemporada, me sentí mejor que nunca en nueve años. Estaba jugando a un nivel altísimo. Desafortunadamente, las cosas no salieron como esperaba el año pasado, y estoy orgulloso de mí mismo por cómo pude sobreponerme y superar algunas cosas. Estoy listo para empezar de cero. Dejar atrás esas cosas”, abundó.
Los Bills esperan que la contratación de Bosa sea una de las piezas clave para impulsarlos a la cima en 2025. Aunque Bosa dijo que era “tonto” pensar que él solo sería lo que impulsaría a los de la AFC Este a un Super Bowl, todas las incorporaciones de los Bills en la temporada baja a su línea defensiva gritaron que pensaban que mejorar su presión de pase era fundamental para sus aspiraciones al campeonato.