Así terminó la sesión de la Comisión Permanente: Alejandro Moreno y Fernández Noroña a golpes

Alejandro Moreno y Fernández Noroña se enfrentan a golpes; el priista advierte que se verán el 1 de septiembre en la Cámara de Diputados



Fotos: Omar Flores/El Sol de México

La sesión de la Comisión Permanente, que debía ser el cierre formal del receso legislativo, se convirtió en una jornada marcada por gritos, insultos, alusiones religiosas, símbolos patrios y hasta empujones en el pleno. Todo comenzó con la discusión de la agenda política solicitada por el PAN y respaldada por el PRI, en torno a la intervención militar de Estados Unidos en México, tema que había generado tensiones desde la Mesa Directiva.

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Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa, insistía en que la conducción de la sesión se ajustaba a los acuerdos. Pero la oposición lo acusaba de manipular el orden del día para impedir que sus bancadas fijaran postura.

En ese ambiente crispado, Lilly Téllez pidió la palabra y se le concedió. Su intervención fue un torbellino: denunció que México vivía una “hora negra“, acusó a Morena de instaurar un “narcoestado” y responsabilizó a la presidenta Claudia Sheinbaum de promover su “linchamiento político“, porque hace unos días había dado una entrevista a un medio extranjero para denunciar —dijo— que el oficialismo tiene a México en un “narcoestado“. Con voz elevada, agregó que el oficialismomancillaba su fe y sus valores, lo que encendió aún más los ánimos.

Las palabras de Téllez provocaron una reacción inmediata. Desde la presidencia, Gerardo Fernández Noroña comenzó a gritar: “¡Cállese, senadora! ¡Ya se acabó su tiempo! ¡Cállese!”. Legisladores de Morena la interrumpían con reclamos, acusándola de ofender y de salirse del tema, mientras la oposición la respaldaba, reclamando su derecho de palabra. El forcejeo verbal entre Téllez y Noroña subió de tono, con gritos cruzados que incendiaron el ambiente.

Fue entonces cuando Rubén Ignacio Moreira Valdez, coordinador del Grupo Parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados, enardecido, lanzó un insulto directo: le gritó “cabrón” a Noroña, acusándolo de querer silenciar a la oposición y provocar con su conducción. El improperio detonó una ola de reacciones, aplausos desde las filas priistas y gritos de protesta de Morena.

Moreira pidió que se leyera en voz alta el Himno Nacional. Tras escuchar los primeros versos, remarcó: “el Himno dice que Dios existe“.

El gesto fue celebrado por la oposición, que lo tomó como un respaldo a las palabras de Téllez, mientras los morenistas acusaban que se manipulaban los símbolos patrios para escalar la confrontación. Los gritos de “cobarde” y “narco partido” se cruzaban de lado a lado en la sala.

Tras ese choque, el Grupo Parlamentario del PAN decidió abandonar la sesión en bloque, en señal de protesta por lo que consideraron una actitud parcial y autoritaria de la Mesa Directiva. Su salida dejó al pleno todavía más polarizado, con la bancada priista como principal voz opositora frente a la mayoría morenista.

Se calientan los ánimos cuando Fernández Noroña termina de manera abrupta la sesión y comienzan los jaloneos

El desorden llevó a que Fernández Noroña concluyera abruptamente la sesión y comenzaron a entonar el Himno Nacional. Fue entonces cuando Alejandro Moreno Cárdenas, también dirigente nacional del PRI, se levantó de su curul y caminó directo hacia la Mesa Directiva para encarar al presidente del Senado.

Frente a frente, Moreno exigió que se respetaran los acuerdos y se le diera voz a su bancada. La tensión se volvió física: hubo empujones y manotazos entre ambos, en medio de gritos de “respeto” y “fuera“.

En el forcejeo también participaron legisladores priistas que acudieron a respaldar a su dirigente, mientras diputados y senadores de Morena se levantaron de sus lugares para interponerse en defensa de Fernández Noroña. El encontronazo subió de tono cuando algunos priistas y morenistas intercambiaron empujones cuerpo a cuerpo en los pasillos del pleno, hasta que personal de resguardo y trabajadores del Senado se interpusieron para separar a los legisladores.

Al término de la sesión, el PRI ofreció una conferencia de prensa. Alejandro Moreno relató el altercado y aseguró que Noroña lo había empujado primero. Lo calificó de “barbaján y cobarde“.

“Lo enfrenté porque le faltó al respeto a las legisladoras; a las mujeres se les respeta“, declaró con tono desafiante. Añadió que la confrontación era consecuencia de la intolerancia del oficialismo: “si llegamos a los golpes y a más, eso es lo que ellos han construido“.

Rubén Moreira, a su lado, justificó haber llamado “cabrón” al presidente de la Mesa y recordó que no era la primera vez que Noroña retaba a golpes a otros legisladores, lo que consideró inadmisible en quien debía mantener la serenidad.

Los priistas denunciaron que las agresiones eran parte de una estrategia de persecución política y advirtieron que Morena pretendía utilizar el desafuero como un instrumento para acallar a la oposición. Alejandro Moreno insistió en que no lo iban a intimidar con amenazas judiciales ni con campañas en su contra.

“Nos vemos el 1 de septiembre en la Cámara de Diputados“, lanzó como advertencia, en referencia a la Sesión de Congreso General con la que se abrirá el nuevo periodo ordinario, dejando claro que su partido llegará decidido a confrontar al oficialismo en todos los frentes.

En una conferencia aparte, Gerardo Fernández Noroña respondió a los señalamientos y rechazó las acusaciones de violencia y sostuvo que fue Alejandro Moreno quien lo provocó con una actitud pendenciera.

Informó que ya presentó una denuncia formal ante las autoridades por la agresión recibida en el pleno. Añadió que será ahora la Fiscalía la que tendrá que solicitar el juicio de desafuero de Alejandro Moreno Cárdenas, en el marco de las agresiones que sufrió por parte del priista.