AIDA RAMÍREZ
Foto: Cuartoscuro
No obstante la estabilidad que se empieza a observar en los indicadores económicos del país en su ritmo de avance, tras el cierre de 2023, el sector empresarial cuestionó el que algunos renglones como la producción industrial tuvieran crecimientos negativos en noviembre pasado.
Pero también reconoció que en algunos indicadores se observa un comportamiento a la baja, en línea con las expectativas de una menor tasa de crecimiento para 2024, señaló en su análisis semanal el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Observó que, desde mayo pasado ha sido el crecimiento de la actividad de la construcción que, sorpresivamente, comenzó a elevar significativamente su impacto frente al debilitamiento del sector manufacturero, “comportamiento que se asocia principalmente con la evolución de la construcción de obras de ingeniería civil, en donde se integran las obras de infraestructura dentro de las cuales se encuentran los proyectos insignia del gobierno”.
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No obstante, asevera que este comportamiento se asocia con la evolución de la construcción de obras de ingeniería civil, en donde se integran las obras de infraestructura, principalmente, los llamados proyectos insignia del gobierno.
Empero, “llama la atención que el repunte reciente de este indicador no coincide necesariamente con el calendario de algunos de esos proyectos, puesto que obras importantes como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) inició operaciones un año antes, en tanto que el Tren Maya inició su construcción en junio del 2020 y se inauguró a fines del 2023”.
El organismo dependiente del sector empresarial consideró que dentro de los más recientes resultados que publicó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se observa que, con base en cifras desestacionalizadas, en noviembre pasado la producción industrial registró una disminución mensual de 1.0%, después de ocho meses consecutivos al alza.
Ello significó que, respecto al mismo mes del año pasado, creciera 3.0%, su menor avance en los últimos siete meses.
No obstante, el CEESP señala que la construcción de obras de ingeniería civil sigue mostrando crecimientos de dos dígitos superiores al 60 por ciento; pero todo parece indicar que no hay una relación directa entre el dinamismo que muestra la construcción y la producción de materiales para ese objetivo.
Mientras que el indicador de construcción ha mantenido un crecimiento de dos dígitos por siete meses consecutivos, la producción, en especial la de obras de ingeniería civil lo hace de manera ininterrumpida desde febrero de 2023 y con una magnitud mucho mayor.
El primer indicador creció 19.3% anual mientras que el segundo lo hizo en 69.0%. Esto a pesar de que muestran cierta debilidad, puesto que un mes antes crecieron 27.4% y 90.6%, respectivamente”, precisó.
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En tanto que “los materiales que son de alta importancia en la construcción no muestran la misma dinámica”; pues la fabricación de cal, yeso y productos de yeso acumula caídas consecutivas desde junio del 2023 y la industria básica del hierro y del acero lo hace desde enero del mismo año.
Y la fabricación de cemento y productos de concreto, pese a que muestra una evolución más estable, no refleja el dinamismo de la construcción.
“Sin duda esto ha generado desconcierto en la evolución de otros indicadores que se relacionan, notablemente en la dinámica de la inversión fija bruta que acumula 11 meses ininterrumpidos con crecimientos anuales de dos dígitos, en especial la inversión en construcción no residencial, que, a pesar de que en los datos más recientes muestra una moderación importante en su ritmo de crecimiento, se mantiene con tasas anuales de avance ligeramente por arriba de 40 por ciento.
“Hasta ahora no hay una explicación clara del comportamiento de estos indicadores. No obstante, se espera que conforme avance el tiempo, se irán corrigiendo para una evolución más estable”, puntualizó el CEESP.
