PATRICIA RAMÍREZ

Foto: Reuters

Tras los problemas presentados en la nave espacial Peregrine, lanzada la madrugada del lunes, a bordo de la cual iban cinco microrobots mexicanos, el director del proyecto Colmena, el doctor Gustavo Medina Tanco, aseguró que este es apenas la primera parte del proyecto y que es un aprendizaje para futuras misiones.

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Y es que la empresa Astrobotics, que organizó el lanzamiento, informó que detectó una anomalía en el sistema de propulsión horas después de iniciado el viaje y se determinó dar prioridad a la recopilación de datos científicos, pero aclaró que sus equipos están trabajando para reevaluar los datos entrantes para poder brindar actualizaciones continuas.

Ante esto, el doctor Medina Tanco señaló que el proyecto Colmena es apenas la primera parte de un programa de por lo menos tres etapas para aterrizar en la Luna, por lo que este es un aprendizaje para seguir trabajando en el desarrollo de estos microrobots.

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Precisó que el Colmena arranca las misiones que el Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM tiene contempladas hacer a la Luna, pues la segunda será a mediados de 2027 y la tercera en 2030.

Insistió en que el objetivo final es desarrollar una tecnología propia para México que permita hacer exploración lunar, prospección minera y realización de minería y en esta primera misión sirvió para saber como hacer los primeros pases con estos pequeños robots.

“Colmena era una misión en la que se tenía que aprender cómo se hace microrobótica para ese uso, tan pequeña que nunca se ha hecho antes, por lo tanto, desde ese punto de vista es sumamente innovadora, más también hacer todos los procesos para construirlas, validarles y conseguir que fueran certificadas por la empresa lanzadora”, sentenció en un mensaje difundido por el Instituto de Ciencias Nucleares (ICN).

En este contexto, Medina Tanco enfatizó que se cumplieron los propósitos del proyecto, aunque no se vaya a aterrizar en la Luna, y con ese conocimiento ya se está preparando la segunda misión.

¿Quién dijo que era fácil?

A su vez, la cuenta de X del ICN señaló que tras el aviso de la empresa que lanzó el cohete de problemas en sus sistemas tenía a los científicos en México “con el alma en un hilo”, dándole seguimiento a los acontecimientos.

“¿Quién dijo que una misión espacial era sencillo? En una misión hay diversos momentos críticos, desde hace un par de minutos tenemos el alma en un hilo porque la nave #Peregrine, a cargo de la empresa #Astrobotic marcó un problema con un motor, el cual se está atendiendo”, dijo en un mensaje.

La nave Peregrin partió hacia la Luna, impulsada por el cohete Vulcan, que lleva en su interior los microrobots del proyecto Colmena, primera misión desde Latinoamérica a la Luna, diseñada y construida en el Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM.

El viaje de 400 mil kilómetros al satélite natural de la Tierra es un hito tecnológico en sí mismo, dijo la UNAM, ya que ir a la Luna es una de las actividades más complejas que puede realizar la civilización humana hoy en día.

El Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX) del ICN, que encabezó el proyecto, permitió la formación de aproximadamente 250 jóvenes universitarios de la UNAM, y también del Instituto Politécnico Nacional, de Chiapas, Guerrero, Puebla, Baja California, y otros lugares del país, aseveró.

“Toda la carga útil fue desarrollada en LINX y validada en una serie de pruebas largas y exhaustivas en México, primero, y en Estados Unidos después, cuando se integró a la nave Peregrine y, finalmente, fueron montadas en el cohete Vulcan Centauro”, explicó el doctor Medina Tanco.

Añadió que técnicamente la misión mexicana enfrentó con éxito el reto de miniaturizar los sistemas robóticos, ya que nunca se habían creado equipos tan pequeños para operar en el espacio, lo que posiciona a México en el sector espacial a nivel internacional.