QUERÉTARO.- Este viernes, una vez más, la fiesta de los toros ha recibido un golpe bajo, tocando ahora a la ciudad de Querétaro. Este viernes se desarrollaba sin contratiempos la corrida de toros inaugural de la Hacienda “El Salitre”, y al finalizar la lidia del segundo toro, fuerza pública del municipio de Querétaro irrumpió para desalojar el inmueble y además colocar sellos de suspensión por parte de Comercio y Protección Civil del Municipio. Además, se informó que existía un amparo federal por parte de animalistas, por lo que no se podía ya celebrarse el festejo del que faltaban dos toros.
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Lo que sería un día histórico para la fiesta brava por la inauguración de un nuevo recinto taurino en nuestro país terminó por escribir otro nuevo capítulo de cortar la libertad. Joselito Adame y Héctor Gutiérrez, los toreros protagonistas del festejo, junto al empresario Diego Niembro, dialogaron con las autoridades con la finalidad de que se pudiera seguir celebrando sin contratiempos el festejo, pues faltaban dos toros por lidiarse, lo que no fue posible, teniendo que abandonar, junto a la afición, la plaza de toros.








Cabe resaltar que el amparo fue otorgado por un Juez Federal a la Asociación Civil Animal Defense Héroes. Aunque el evento taurino contaba con los permisos correspondientes para la celebración de espectáculos, el reglamento señala características específicas para la construcción de plazas de toros que no fueron observadas, explicó Protección Civil al colocar parte de los sellos.
El empresario Diego Niembro explicó que hizo lo posible porque esto no sucediera, que contaba con los permisos necesarios, pero que ante las arbitrariedades nada es posible. Lamentó la suspensión del festejo en un día tan importante y, sobre todo, en el que la afición respondió de gran manera, confiando en que todo esto pronto tenga solución.
En el ruedo
Joselito, madurez y plenitud
“Listón Rojo”, de 465 kilos, de la ganadería de Ordaz, al que Joselito Adame toreó con mucha cadencia por verónicas en el saludo capotero. Un quite por chicuelinas permitió a Joselito lucir, siendo prendido, sin mayores consecuencias, cuando remataba con una media. Brindó su faena de muleta al respetable que hizo una gran entrada, para después comenzar a probar por el pitón derecho.
El toro de Ordaz apuntó fijeza, aunque las embestidas eran muy cortas. Le probó muy pronto por el izquierdo, pudiendo medir también por este pitón, haciéndolo a media altura, con poder y verdad, logrando llevar al burel por otro camino. Joselito, con la facilidad en el manejo de la muleta, de uno en uno, sacando los trazos para apostar a dos cosas: no obligar al toro y medir el terreno.
Cuando regresó por derecho rompió, aguantando una enormidad, firme y convencido de que no obligar al toro sería la mejor de las fórmulas, por lo que se quedó cómodo por este pitón, muy rotundo en dos series donde pudo alargar más el trazo, toreando con esa calidad y temple. Lo hecho en este toro, sin duda, refleja el entendimiento que tiene Adame, llevando el mayor de los méritos y sin dejar nada, pues decidió una vez más una serie por naturales, consumando así la faena. Dejó un gran espadazo en la Suerte Suprema. Tras la petición, cortó una oreja.
Héctor Gutiérrez, clase y empaque
El segundo de la tarde llevó por nombre “Milpo”, de 460 kilos, de la ganadería de Ordaz, ejemplar con el que jugó bien las manos el hidrocálido Héctor Gutiérrez, deletreando las verónicas a compás que ejecutó en el saludo capotero. En su faena de muleta ha sabido dar la entonación correcta, mucha pausa y mando, y un empaque infinito en los que llevó el temple en cada muletazo, construyendo así una faena de gran lucimiento por la senda derechista.
El toro ha sido muy noble, fijo, atendiendo la muleta de la convicción de Gutiérrez que al final se pegó un arrimón cuando el toro se paró. Valor infinito para meterse entre los pitones y apoyarse en esa entrega. Pinchazo hondo que hizo que el toro doblara con prontitud.