MARTÍN AVILÉS

Foto: Reuters

Anthony Davis es lo equivalente a una montaña rusa en la NBA. La estrella de Los Angeles Lakers puede cambiar de una mitad con subidas y bajadas tan abruptas que harían vomitar a quien se atreva a subir a ese juego mecánico.

Y durante la victoria de los Lakers por 121-115 sobre los Cleveland Cavaliers, ‘La Ceja’ cerró el juego con una proeza luego de una mala actuación en la primera mitad. Terminó como el catalizador que impulsó a su equipo a la victoria de los suyos con un LeBron James en papel de Robin para un Batman voluble.

Después de anotar sólo nueve puntos en la primera mitad, Davis regresó del medio tiempo y cobró vida en los dos últimos cuartos. Estuvo especialmente espectacular en el tercer periodo cuando tras salir encendido del vestuario, cuando perdían los angelinos por 15 puntos solo en ese cuarto.

El ocho veces All-Star terminó la noche con 32 puntos además de 13 rebotes, tres asistencias, dos robos y tres tapones en 38 minutos de acción.

El partido fue sumamente reñido durante la mayor parte de la noche y Davis jugó a un nivel de estrella capaz de marcar diferencia, como en los viejos tiempos. Y es que cuando está en su mejor momento, no hay muchos equipos en la liga que puedan maniatar a los Lakers.

Si los Los Ángeles tuviera a esa versión de Anthony Davis todas las noches podría ganar un título de la NBA, o al menos contender a unas reñidas Finales.

Ahora, Davis y los Lakers tendrán un enfrentamiento importante contra los Philadelphia 76ers el lunes por la noche. La atención se centrará en Davis, ya que está listo para una batalla de gran hombre con el actual MVP Joel Embiid.