Los diputados federales de Morena y sus aliados le hicieron caso a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y aprobaron el paquete de leyes secundarias de la reforma energética aprobada el año pasado, con lo que se da preponderancia a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sobre empresas privadas.
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Con 332 votos a favor, 83 en contra y cero abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó, en lo general, el dictamen a la minuta que expide ocho nuevas leyes y modifica dos normativas existentes, sobre la legislación secundaria a la reforma constitucional en materia de áreas y empresas estratégicas.
Las nuevas legislaciones son la Ley de la Empresa Pública del Estado para la Comisión Federal de Electricidad, la Ley de la Empresa Pública del Estado para Petróleos Mexicanos; las leyes de los sectores Eléctrico y de Hidrocarburos, de Planeación y Transición Energética, de Biocombustibles, Geotermia, de La Comisión Nacional de Energía; y otras dos reformas a disposiciones de la Ley del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo, y de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.
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El propósito es fortalecer a las empresas públicas del Estado, dar orden y certeza a los agentes privados, aumentar la capacidad de seguimiento de los participantes, mejorar la regulación desde un enfoque técnico, fortalecer la trazabilidad en los procesos y dar un marco jurídico claro a las actividades de transición energética, así como a los sectores eléctrico y de hidrocarburos.
De igual modo, recuperar el control del sector energético, priorizando la seguridad energética nacional, el bienestar de la población y la sustentabilidad de los recursos.
La presidenta de la Comisión de Energía, Rocío Adriana Abreu Artiñano, aseguró que esta reforma fortalece el carácter público de Pemex y CFE, además de eliminar las barreras impuestas previamente en la reforma de 2007 y garantizar que su actividad sea considerada no monopolio, sino estratégica para beneficio exclusivo del pueblo mexicano.
La reforma también establece la creación de un organismo desconcentrado, adscrito a la Secretaría de Energía, para regular el sector energético nacional. Dicho órgano sustituye a la CRE y a la Comisión Nacional de Hidrocarburos.
Durante el debate, la diputada Patricia Flores Elizondo, de MC, aseguró que la reforma brinda la oportunidad de corregir el rumbo, y destacó que se prioriza la generación de fuentes renovables, como la solar y la eólica.
En contraposición, el diputado Arturo Yáñez Cuéllar, del PRI, advirtió que la reforma constituye un grave retroceso que resta competitividad al sector y solo endeuda más al país.