La Niña traerá cuatro o cinco grandes huracanes

El cambio climático y la transición de El Niño a La Niña provocarán una intensa temporada de huracanes en México, con varios huracanes fuertes y tormentas tropicales.



Cuartoscuro.com

Los efectos del cambio climático y la transición del fenómeno de El Niño a La Niña generarán una temporada de huracanes muy intensa para el país, pues se prevé que pueda haber entre cinco y seis huracanes muy fuertes, de categoría 4 o 5 y entre 11 y 12 tormentas tropicales, de acuerdo con los modelos de pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional.

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Y es que apenas dos semanas ya se registró un huracán, el Beryl que se proyecta para impactar esta semana a México, la tormenta tropical Chris que ya arribó ya demás un nuevo sistema de baja presión en la zona de las Bahamas.

Actualmente estamos en la etapa de transición hacia una Niña, que se pronostica que también será fuerte, como ya se evidencia, aseguró la doctora Christian Domínguez Sarmiento, investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM.

Explicó que, en ocasiones, después del Niño, viene un enfriamiento muy brusco y se convierte en La Niña. Durante La Niña, los vientos normales de este a oeste se vuelven más fuertes, porque la masa de aire caliente es empujada hacia el oeste. Esto hace que el agua fría suba desde las profundidades del océano, lo que significa que las temperaturas de la superficie del mar son más frías de lo habitual en el Pacífico oriental.

En el centro y sur de México, durante la fase de La Niña, llueve mucho en verano, de julio a octubre, y se forman un número de ciclones importantes en el océano Atlántico.

Durante el invierno llueve menos en comparación con otros años, por lo que hay sequía. Sin embargo, la investigadora agrega que a largo plazo no podemos saber si va a seguir La Niña, es decir, pensamos que los próximos meses son de mucha lluvia, pero aún no podemos predecir si durante diciembre de 2024 a febrero de 2025 seguirá este fenómeno o si podría haber sequía.

Tanto El Niño como La Niña pertenecen a la oscilación climática conocida como El Niño-Oscilación del Sur (ENSO). El primero se refiere a la fase cálida, es decir a un calentamiento, y el segundo a la fase fría o a un enfriamiento recurrente en la superficie del océano Pacifico ecuatorial.

Las variaciones en el clima que suceden en México están en gran medida asociadas a la ocurrencia del ENSO. En el hemisferio Norte existe una corriente de vientos que soplan casi constantemente de este a oeste a los que se les llama vientos alisios, son muy importantes porque desplazan las masas de agua oceánica.

Durante los eventos de El Niño, estos vientos se debilitan de manera que se mueve menos agua hacia el oeste, por lo que la parte central y oriente del Pacífico (Ecuador) se calienta por arriba de los 5ºC. Esta enorme masa de agua cálida transfiere mucho calor a la atmósfera que se encuentra en medio del Pacífico ecuatorial, ya que el aire cálido y húmedo se eleva desde la superficie del mar.

Asimismo, aclaró que en México los veranos con el efecto de El Niño suelen ser secos y cálidos, lo que generalmente provoca serias sequías, incendios y escasez de agua. Sin embargo, durante el invierno, llueve principalmente en el norte del país.

Beril, en ruta

El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó que el huracán Beryl entrará a territorio mexicano la noche del jueves o madrugada del viernes por la zona central de Quintana Roo y se prevé que el fin de semana pudiera volver a tocar tierra en la zona del Golfo de México, en los límites de Veracruz y Tamaulipas.

Sin embargo, las proyecciones establecen que entraría en categoría 2 a territorio nacional, debido a la trayectoria de los vientos en la zona por la que transita, además la SSN advirtió que este es un fenómeno meteorológico atípico, pues este tipo de huracanes se desarrollan generalmente en el mes de agosto y ahora se adelantó más de un mes.

La coordinadora general del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), Alejandra Margarita Méndez Girón, explicó que Beryl continúa avanzando en el Mar Caribe, con el pronóstico de que entre el martes y miércoles perdiese intensidad y se degradare a un huracán categoría 2 o 1 antes de impactar el territorio mexicano.

Alerta en Yucan

La meteoróloga alertó sin embargo que llegará con una velocidad de hasta 150 km/h y rachas de 205 km/h, provocando lluvias torrenciales en Yucatán y Quintana Roo, y oleaje de 4 a 6 metros de altura.

De acuerdo con las previsiones, del jueves 4 al domingo 7 de julio, se esperan lluvias de 150 a 200 milímetros (mm) en Campeche, Chiapas, Quintana Roo y Yucatán, y de 100 a 150 mm en Oaxaca y Tabasco. Por lo que la coordinadora general del SMN pidió extremar precauciones en Campeche, Oaxaca, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco, sur de Veracruz y Yucatán.

El gerente de Aguas Superficiales e Ingeniería de Ríos, de la Conagua, Jesús Heriberto Montes Ortiz, subrayó que se mantiene especial vigilancia en los ríos, presas y localidades que se encuentran en la zona con pronóstico de lluvias intensas.

Las presas sobre las que se mantiene especial vigilancia son Chicoasén, Juan Sabines, La Angostura, Malpaso y Peñitas, en Chiapas; Cerro de Oro y Temascal, en Oaxaca; La Soledad, en Puebla; Canseco, El Moralillo, La Cangrejera y Paso de Piedras, en Veracruz, aunque todas tienen todavía capacidad para recibir agua.

En cuanto a caudales, se mantiene vigilancia en toda la zona, pero de forma específica en Veracruz, particularmente en el río Nautla. Asimismo, en los ríos Champotón, en Campeche, y Hondo, en Quintana Roo.