Carlos Alcaraz luce imperial y cobra venganza de Jannik Sinner para proclamarse campeón del US Open 2025

Carlos Alcaraz venció a Jannik Sinner y conquistó su segundo US Open, alcanzando seis títulos de Grand Slam.



Foto: Reuters

Carlos Alcaraz ha mostrado su más imperial versión para cobrar venganza sobre Jannik Sinner y así conquistar el US Open 2025. El español llegó a seis cetros de Grand Slam de por vida al ganar su segundo título en el Arthur Ashe Stadium de Nueva York. Con su victoria se alejó a dos de su rival generacional italiano y sus cuatro coronas major, además de dejar en 10-5 a su favor el historial entre los nuevos reyes del deporte blanco. Y de esta forma, ambos se han repartido el botín —con un par cada uno— de los cuatro grandes del calendario.

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El USTA Billie Jean King National Tennis Center lució grandioso en otra tarde legendaria de Carlitos. Con la presencia del presidente Donald Trump en las gradas y con la valija de premios más lucrativa de la historia del tenis como telón de fondo, Alcaraz y Sinner escribieron otro capítulo de su ya legendaria rivalidad.

Pero ha sido el español quien, con una mezcla de vigor juvenil y genio tenístico, se alzó con la victoria por parciales de 6-2, 3-6, 6-1 y 6-4 para conquistar su segundo US Open y —lo que es casi tan significativo— arrebatarle el número uno del mundo a su gran rival.

Desde los primeros compases del partido, Alcaraz marcó la pauta con una intensidad arrolladora. Un quiebre temprano en el primer set sentó las bases de su dominio inicial, para demostrar que había llegado a la final con la mente clara y el brazo firme. Sin embargo, Sinner, el tenista que lo había derrotado en la épica final de Wimbledon, dio atisbos de no ser un rival al cual doblegar fácilmente. Reaccionó con orgullo y tenacidad en el segundo set, encontró ángulos y profundidad para romper el ritmo del murciano y equilibrar la balanza.

Pero la grandeza de los campeones se mide por su respuesta ante la adversidad. Y el ibérico, con la madurez precoz que lo caracteriza, lanzó un tercer set de antología. Con un tenis explosivo, de golpes ganadores desde cualquier rincón de la pista, se puso 5-0 arriba en un abrir y cerrar de ojos, para dejar a Sinner sin respuestas y al público boquiabierto.

Esa demostración de poderío fue el giro crucial del partido. Aunque el cuarto set fue más parejo, Alcaraz consiguió el quiebre decisivo, su quinto del día, para sentenciar la final. Cerró el partido a lo grande, con un servicio imparable y un ace directo que selló su sexto título de Grand Slam.

Con esta victoria, el de El Palmar, España, no solo se ha vengado la derrota de Wimbledon, sino que culmina la temporada de Grand Slam con la última palabra. Se lleva su segundo major del año —tras su triunfo en Roland Garros— y se convierte en el tenista más joven de la era abierta en lograr seis títulos de Grand Slam. Además, interrumpe el reinado de Sinner y recupera la codiciada cima del ranking ATP, en esta nueva era del tenis que gira en torno a su duelo.

El partido fue un fiel reflejo de lo que esta rivalidad significa para el deporte, pues ha sido una batalla de estilos, de mentalidades y de una calidad tenística que llena el vacío dejado por la generación de Roger Federer, Rafa Nadal y hasta de Novak Djokovic, a quien venció Sinner en Semifinales previamente. Es la quinta final que disputan en 2025, y cada encuentro añade capas a una historia que promete dominar el circuito durante años.

Tras el encuentro, más allá de la gloria, también llegaron los números. El premio de 5 millones de dólares para el campeón conlleva una importante carga fiscal para Alcaraz, quien, como no residente en Estados Unidos, verá su bolsa reducida en aproximadamente un 37% entre impuestos federales y estatales, lo que le dejará un estimado de 3.15 millones.

Una realidad fiscal que contrasta con la de Sinner, residente en Mónaco, quien se llevará íntegros sus 2.5 millones como finalista. Empero, para el juvenil murciano de 22 años, el verdadero premio no tiene precio.