Chase Budinger, del concurso de clavadas de la NBA a París 2024 en voleibol de playa

Chase Budinger, exjugador de la NBA, se clasificó para los Juegos Olímpicos de París 2024 en voleibol de playa, tras cambiar de deporte en 2018.



Budinger estará en los próximos Juegos Olímpicos,Paris 2024 | Foto IG @budinger10

Andrejs Eglītis huyó de Letonia hacia Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. Allí echó raíces y escribió un libro sobre esa odisea llamado A Man From Latvia (2009), justo en la época en que su nieto Chase Budinger comenzó su carrera en la NBA. Y así como su abuelo tuvo dos vidas, el nacido en Encinitas, California, ha hecho lo propio en el deporte, al cambiar las duelas por la arena cuando dejó el baloncesto para enrolarse en el voleibol de playa, donde recién consiguió su boleto a los Juegos Olímpicos de París 2024.

Budinger estará en los próximos Juegos Olímpicos, pero lo hará sobre arena en lugar de la madera. Budinger junto con su compañero Miles Evans serán uno de los dos equipos masculinos de voleibol de playa que representarán a los Estados Unidos este verano en Francia. Ambos se clasificaron para el equipo olímpico después de que Trevor Crabb y Theo Brunner no lograron sumar suficientes puntos en el evento Volleyball World Beach Pro Tour en Ostrava, Chequia.

Budinger, que hizo su debut en el AVP Tour en 2018, ahora tendrá la oportunidad de llevarse a casa una medalla de oro olímpica. Pero antes de convertirse en jugador olímpico de voleibol de playa, fue una estrella en las duelas de baloncesto. En la universidad, Budinger jugó tres temporadas en Arizona y obtuvo los honores del primer equipo All-Pac-12 en la campaña 2008-2009 después de promediar 18 puntos, 6.2 rebotes y 3.4 asistencias por juego.

En el Draft de la NBA de 2009, los Detroit Pistons seleccionaron a Budinger con la selección general número 44, justo por el tiempo en que su abuelo publicaba su libro autobiográfico. Pero Budinger no duró mucho con los Pistons, ya que fue parte de un intercambio esa misma noche que lo envió a los Houston Rockets.

Allí pasó los primeros tres años de su carrera en la NBA antes de ser transferido a los Minnesota Timberwolves en 2012, cuando disputó el Concurso de Slam Dunk del mismo año. En ese entonces, jugaba voleibol de playa como pasatiempo con Richard Jefferson, Kevin Love y Luke Walton durante su carrera en el baloncesto. Quizás esos saltos sobre la arena, le ayudaron a mejorar sus asombrosas volcadas.

Poco después, el alero pasó por un par de equipos, incluidos los Indiana Pacers y los Phoenix Suns, antes de salir en 2017 de la máxima liga de baloncesto mundial. Y tras siete temporadas en la NBA, el californiano de sangre lituana jugó un año en la Liga ACB de España con el Baskonia antes de colgar las zapatillas. Se retiró del baloncesto profesional para, finalmente, seguir una carrera en el voleibol de playa. 

“Fue difícil tomar la decisión de dejar un deporte que he practicado toda mi vida. Lo único bueno es que así se planeó. El momento justo fue la parte más difícil. Estaba en esa fase realmente inseguro”, dijo Budinger a Yahoo Sports hace cinco años atrás, cuando comenzó este nuevo camino, o mejor dicho, un viejo camino que retomó.

Y es que el jugador de 36 años fue una vez una superestrella del voleibol en la escuela secundaria La Costa Canyon en Carlsbad, California. Llevó a su equipo a tres campeonatos estatales y fue nombrado Jugador Nacional del Año en su último año por la revista Volleyball. Sin embargo, pasó a jugar baloncesto en la Universidad de Arizona y disfrutó de una carrera de ocho años como profesional entre la NBA.

“Decidí ver hasta dónde podía llevarme el baloncesto. Pero en el fondo, sabía que siempre podría volver al voleibol después de terminar con el baloncesto”, comentó en ese entonces.

Pero llegar a consumar el sueño olímpico no ha sido algo sencillo para Chase, quien ha picado piedra en la gira de la Asociación de Profesionales de Voleibol (AVP) desde 2018. Fue Novato del Año de la AVP y Jugador de Más Progreso del Año en 2018, además, obtuvo su primer título de AVP en 2019.

Con una altura de 2.01 metros, hizo que el cambio del baloncesto al voleibol de playa pareciera bastante fácil. Ahora será en el Campo de Marte, enfrente de la Torre Eiffel de París, donde Budinger intente poner broche de oro a esta odisea en el voleibol, una segunda vida tan gratificante como fue la primera.