MARTÍN AVILÉS
Foto: Cuartoscuro
Cuando se construyó el Foro Sol, se convirtió inmediatamente en un templo sagrado para los amantes de la música y el béisbol. Pero 14 años después de su inauguración —en el ya lejano año 2000— dejó de ser la casa de los Diablos Rojos del México para convertirse en la pieza angular del nuevo trazado del Autódromo Hermanos Rodríguez. Desde el regreso de las Fórmula 1, Checo Pérez hizo suyo ese recinto, donde su nombre es coreado con el mismo ímpetu que las notas del Himno Nacional.
Los 20 mejores autos del mundo pasan por en medio de esas dos monumentales gradas alineadas como pabellón de diamante con capacidad para 37 mil 500 personas. Pero ninguno hace retumbar los cimientos de esa construcción como lo hace el piloto local Sergio Pérez, quien provoca un rugido tal que puede escucharse a kilómetros de distancia. Y en ese contexto tan favorecedor, el jalisciense tendrá tierra fértil para buscar su ansiada victoria ante su público el próximo fin de semana.
“Ese será el objetivo (en el GP de México), una victoria en casa y terminar de la mejor manera. Tenemos mucha confianza de lo que podemos hacer para México. Es prometedor, creo que nos hemos acercado. Tenemos mucha confianza”, comentó Pérez Mendoza al término de un GP de Austin en el que la suerte le sonrió sobre la hora, luego de que su más cercano perseguidor en el Campeonato Mundial de Pilotos, Lewis Hamilton, terminó por ser descalificado horas después de la competencia.
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El siete veces campeón mundial ya le pisaba los talones al recortar a solo 19 la diferencia entre ambos en la lucha por el segundo lugar del mundial luego del segundo lugar del británico en Austin. Pero tras la sanción, ahora son 39 unidades de diferencia entre ambos, ya que Sergio Michel totaliza 240 puntos por 201 del británico.
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Como sea, dentro del seno de Red Bull Racing intentan restarle presión a Pérez de cara al GP de México, a la espera de un resultado histórico del local. Christian Horner, director de la escudería austriaca, reiteró en la víspera que no existe ultimátum para el piloto tapatío y que su lugar para el próximo año está garantizado, pese a los rumores.
“No hay ningún mandato previo para Checo sobre que tiene que terminar segundo o no conducirá el coche el año que viene; eso no se ha discutido nunca. Nunca hemos terminado primero y segundo en el campeonato, hemos terminado primero y tercero con Mark Webber y Sebastian Vettel o el año pasado con Max y Checo”, dijo Horner a RaceFans en Texas.
Es sí que el sueño sigue siendo terminar 1-2 al final de la temporada, sobre todo, al tener un monoplaza que ha marcado época. Y qué mejor que ponerle un broche de oro a su fantástico año con esa condecoración. “Con este auto sería fantástico lograrlo, en una temporada como la que hemos tenido, sería fabuloso terminar primero y segundo en el campeonato”.
Con el apoyo del público que estará presente en el Foro Sol y el Autódromo Hermanos Rodríguez, en general, el mexicano de 33 años de edad buscará su primer e histórico triunfo, algo que jamás ha podido conseguir en sus anteriores participaciones por una u otra razón. Quizás, el mayor problema de Checo será la misma bestia negra que duerme en casa, Max Verstappen, coequipero suyo y quien ha demostrado que no le cederá ni un centímetro de terreno, debido a su alto sentido de competitividad.
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Durante la premiación del pasado Gran Premio de Estados Unidos, se pudo escuchar cómo un sector de las gradas comenzó a gritar “¡Checo, Checo!”, justo cuando ‘Mad Max’ daba sus impresiones de la carrera. Y después, una tormenta de abucheos cuando el tricampeón del mundo recibió el trofeo de ganador de Austin y se entonó el Himno Nacional de los Países Bajos, se hizo presente, hecho que sin duda, tomará en cuenta Verstappen este fin de semana.
“No me molestan (los abucheos) porque al final soy yo quien se va a casa con un trofeo. Así que está bien para mí”, dijo en entrevista al medio Viaplay. “(Si esto pasa en México), entonces igual seré el que se va a casa con ese trofeo, así que está completamente bien”, advirtió.
Fue en el pasado Gran Premio de Brasil en 2022 cuando la relación entre el piloto de 26 años y el mexicano, se cuarteó. Verstappen no dejó pasar a Checo a pesar de tener amarrado el título mundial y pudo haberle devuelto el favor al mexicano que anteriormente cedió ante la instrucción de abrir paso a su coequipero. Sin embargo, el neerlandés no hizo lo propio y como consecuencia, el subcampeonato se escapó para Pérez.
A falta de cuatro carreras y 112 puntos en disputa, contando vueltas rápidas y sprint, Checo tiene el control de su destino. Ante su gente el próximo fin de semana, tiene todo para ampliar su ventaja sobre Lewis Hamilton, por lo que la mística del Foro Sol deberá impactar más que nunca en aras de que el hijo pródigo pueda redondear un año tan complicado como gratificante, a la espera de convertirse en flamante subcampeón del mundo.
