Los héroes suelen esconder su verdadera identidad debajo de la máscara. En el caso de Checo Pérez ha sido exactamente al revés. El piloto mexicano de Red Bull hizo su flamante aparición en el Autódromo Hermanos Rodríguez como un incógnito, al utilizar una máscara de luchador, esa misma que pidió que se plasmara en el casco que portará en el Gran Premio de la Ciudad de México de este fin de semana.

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Los ojos del mundo estarán sobre Pérez Mendoza ya que ha tenido una temporada decepcionante en la que acumula 14 carreras si treparse al podio y es actualmente octavo del Campeonato Mundial de Pilotos con solo 150 puntos, menos de la mitad que su coequipero y líder general Max Verstappen y sus 354 unidades cosechadas hasta el momento.

“Definitivamente, sé que ha sido una terrible temporada para mí, muy difícil, he sufrido mucho y ha sido muy difícil. Si llegara a tener un gran resultado, puede cambiar mi temporada, si hablamos en términos de fútbol, así que estoy muy emocionado por ello. Esos momentos, como un podio aquí como lo hice dos años seguidos, son los que realmente importan para mí, y espero poder repetirlo esta semana”, comentó en conferencia de prensa, ya sin su máscara.

En retrospectiva, el jalisciense de 34 años de edad recordó que desde que volvió el México GP al calendario de la Fórmula 1 en 2015, ha maravillado al mundo motor. Pues la cultura mexicana ha sido utilizada para darle un ambiente festivo y folclórico al evento.

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“Ha sido increíble. Ya desde el primer año fue muy grande el evento, la gente estuvo muy entusiasta y creo que ganaron a la mejor carrera del campeonato durante cinco años en la carrera. Y creo que ahora es mucho mejor, así que sí, creo que es todavía la mejor carrera en el calendario. Los números y los datos así lo muestran. Es una gran oportunidad, una gran experiencia, es increíble”, afirmó.

Más allá de que Pérez Mendoza ha dicho una y otra vez que no se siente menospreciado por Red Bull Racing, lo cierto es que recién el pasado fin de semana en el Gran Premio de Estados Unidos, quedó séptimo, mientras que Verstappen finalizó tercero por lo que considera que las actualizaciones en ambos monoplazas no son las mismas. De hecho, un dato sumamente revelador exhibió que incluso Liam Lawson de la satelital RB, tuvo mejores tiempos promedio en dos de los tres sectores del Circuito de las Américas, algo sumamente inquietante.

“No fue un buen fin de semana para nosotros. Hicimos algunas mejoras. Básicamente, el nuevo flujo no era tan grande como pensábamos que iba a ser al final con Max. Tuvimos un poco de eso y creo que es una buena noticia. Siempre hemos sido competitivos. Cada año con Red Bull hemos sido protagonistas, siempre hemos luchado por la victoria. Espero que podamos llegar a ese nivel de nuevo”, explicó.

Checo volvió a recordar aquel trágico momento en la primera curva del México GP del año pasado cuando chocó con el bólido de Charles Leclerc y abandonó la carrera al quedar su RB19 hecho trizas. Ahora, confía en que no suceda algo similar y pueda volver a dar una alegría a su gente.

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“Como piloto de carreras, a veces no hay regreso cuando lo das todo. A veces funciona y a veces no. Lo doy todo este fin de semana de nuevo. Ese es mi objetivo, dar todo a estas personas porque la cantidad de apoyo que recibo aquí es increíble”, zanjó.