Cierra el PRD un ciclo de vida y busca empezar otro: Zambrano

A unas horas de que concluya el proceso electoral federal, asegura que hubo errores que les costaron votos



CIUDAD DE MÉXICO, 15FEBRERO2024.- Santiago Taboada Cortina, candidato a jefatura de Gobierno Coalición Va x la CDMX; José de Jesús Zambrano Grijalva, presidente del PRD durante el registro de Santiago Taboada como candidato a la jefatura de Gobierno de la Ciudad. FOTO: ANDREA MURCIA /CUARTOSCURO.COM

El presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano Grijalva, partido en vías de extinción, aseguró que quienes lucharon desde la izquierda en este partido histórico cierran un ciclo de vida y ahora buscarán la construcción de un nuevo ciclo de vida de las luchas democráticas, porque están obligados a reinventarse.

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En la víspera de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) concluya la validación de la designación de diputaciones y senadurías de representación proporcional, con lo que finaliza formalmente el proceso electoral y empieza el proceso de liquidación de este partido, dijo que los resultados electorales del pasado 2 de junio, además de lo que centralmente significó la estrategia de una elección de Estado, evidenciaron un agotamiento de su proyecto político.

“Por ello mismo, es indispensable hacer un recuento esencial sobre lo que hemos aportado a la vida nacional y las razones por las cuales llegamos a esta situación para, al mismo tiempo, avizorar lo que nos corresponde y podemos hacer”, precisó.

Añadió que el PRD, surgido formalmente en 1989, es la síntesis de múltiples luchas sociales y políticas democráticas y heredero del registro legal del viejo Partido Comunista Mexicano en 1977, y que constituyó una forma de canalizar, por vías institucionales, los impulsos de una sociedad que ya no cabía en las estructuras forjadas por el anacrónico régimen político de ese entonces.

Luego, recordó, le siguió la formación del Partido Socialista Unificado de México (PSUM) en 1981, después al Partido Mexicano Socialista (PMS) en 1987, ambos con el registro legal del PCM, y a la confluencia con el Frente Democrático Nacional en 1988 con Cuauhtémoc Cárdenas a la cabeza como candidato presidencial, cuya ruptura con el PRI había provocado un cisma político.

Como resultado de todos esos esfuerzos unitarios surgió el PRD en 1989, que adoptó el registro legal del y con ello la izquierda salió de la cuasi marginalidad política y electoral en la que hasta entonces se había venido desenvolviendo, a pesar de que había ido ganando importantes batallas político-culturales expresadas en múltiples reformas sociales, en el terreno electoral y el reconocimiento de la pluralidad política, que se abrió camino institucional mediante la figura de la representación proporcional en los órganos legislativos federales y locales.

Acusó que el PRD apoyó la reforma electoral de 1996 y que ahora está amenazada en su esencia y sus raíces por el actual proyecto político gobernante y recordó que Andrés Manuel López Obrador le exigió al grupo parlamentario del PRD en San Lázaro que votara en contra de dicha reforma, lo cual fue rechazado por la mayoría de las y los diputados federales.

De inmediato, AMLO avanzó en la ruta de hacer del PRD no un partido-movimiento como había dicho en su campaña, sino una maquinaria electoral que debía hacer todo para ganar elecciones.

AMLO nunca buscó hacer un balance de su paso por el partido que lo hizo presidente nacional, jefe de Gobierno de la Ciudad de México y dos veces candidato presidencial. Simplemente se fue y desde el zócalo capitalino nos dijo: nada me deben, nada les debo, estamos en paz, parafraseando a su manera el poema de Amado Nervo que le dice a la vida al final de su largo camino: “vida nada me debes, vida estamos en paz”, sentenció.

Admitió, sin embargo, que tras la gradual pérdida de espacios en las elecciones sucesivas no se tomaron las medidas de emergencia y siguió la dinámica de no mover ni cambiar nada y en las elecciones de este año la estrategia oficial fue invisibilizar al PRD, lo que le cobró factura.

“Ahora estamos situados ante la posibilidad de que el nuevo régimen, que empezó a configurarse en 2018, concluya su objetivo con nuevas reformas constitucionales en las próximas semanas, antes de terminar el gobierno de AMLO. Los riesgos de una regresión antidemocrática son una realidad. El reto es cómo enfrentarla exitosamente”, concluyó.