Aida Ramírez / Ovaciones
Foto: Cortesía Citi
Como parte de su iniciativa Caminos hacia el progreso (Pathways to Progress), Citi, a través de la Fundación Citi, ha destinado en México desde 2019 más de 9.1 millones de dólares a 13 organizaciones que impulsan la empleabilidad de personas en situación vulnerable, con lo cual se ha beneficiado a más de 16 mil 500 jóvenes a través de capacitaciones en habilidades socioemocionales y técnicas enfocadas en el empleo y desarrollo de talento.
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Se informó que, para el periodo 2023-2024, que corresponde al quinto año de la iniciativa Caminos hacia el progreso en México, se están apoyando a 9 organizaciones que esperan atender a más de dos mil 400 jóvenes y presentarán resultados a fines de este año.
Recordó que Caminos hacia el progreso es un programa que busca impulsar la capacitación en habilidades blandas y técnicas y la vinculación con oportunidades de empleo para jóvenes de entre 17 y 29 años, provenientes de entornos socioeconómicos desfavorecidos.
El seguimiento y evaluación de los proyectos que participan en esta iniciativa es realizado por Fomento Social Citibanamex, que también apoya a los beneficiarios con mentorías, sesiones de entrevistas, asesorías y talleres de Educación Financiera con el apoyo de voluntarios del banco.
“Para nosotros es muy importante que se lleven a cabo capacitaciones sobre empleabilidad para que los jóvenes que pertenecen a entornos socioeconómicos menos favorecidos puedan tener una inserción adecuada al mercado laboral, mejorar sus ingresos y, de esta manera, cerrar la brecha de desigualdad”, señaló Vanessa González, directora de Fomento Social Citibanamex.
Las 13 organizaciones que han formado parte de la iniciativa Caminos hacia el progreso en México se reunieron para presentar los resultados de cuatro generaciones que han concluido su capacitación, y evaluar las mejores prácticas que se han implementado durante el programa, de la cuáles destacaron la capacitación en habilidades socioemocionales; la implementación de un módulo de emprendimiento; comenzar con la búsqueda de empleo al inicio de la capacitación; el seguimiento puntual y cercano con los beneficiarios.
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Asimismo, se abordaron los principales retos a los que se enfrentan en su labor que son el fortalecimiento de alianzas locales (sensibilización de empresas sobre la formación profesional); la retención de jóvenes (motivación de las nuevas generaciones); a baja participación de mujeres en temas de tecnología de la información (IT); las certificaciones reconocidas para el empleo en diferentes campos.
También, condiciones laborales precarias; el recorte en 2023 de posiciones junior en IT; necesario inglés B1; para migrantes, tiempos de espera en procesos de regularización y la barrera del idioma; el cuidado de la salud mental; la seguridad en zonas de alto riesgo; lograr políticas públicas que apoyen la formación y colocación en empleos con condiciones de trabajo digno a jóvenes del país.
