En la última sesión de esta etapa de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), encabezada por la ministra Norma Piña Hernández, la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que se trata del cierre de un ciclo que marcará “el fin de una era de nepotismo”.

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Durante la conferencia de este martes, la mandataria mexicana aseguró que concluye “un Poder Judicial que servía a unos cuantos” y que la nueva etapa que comenzará el 1 de septiembre “será mejor”, con una Suprema Corte renovada.

Este martes se celebró la última sesión extraordinaria liderada por la ministra Piña, quien sostuvo importantes enfrentamientos con las ministras Lenia Batres Guadarrama, Yasmín Esquivel Mossa y Loretta Ortiz Ahlf, de tendencia morenista.

Al ser cuestionada sobre los resultados de los últimos 30 años de la Suprema Corte y la reforma judicial impulsada durante el gobierno de Ernesto Zedillo, Sheinbaum reconoció que hubo excepciones, pero destacó que la reducción del número de ministros, de 26 a 11 integrantes, no consolidó la independencia judicial, sino que dio inicio a un esquema “al servicio de intereses particulares”.

La presidenta cuestionó la manera en que se realizaban los nombramientos de los ministros a través de la carrera judicial, lo que permitía la perpetuación del “amiguismo y el nepotismo”: “Si más de la mitad eran amigos, hermanos o primos, evidentemente esa carrera no funcionaba”, señaló.

“Ahora inicia una nueva era a partir del 1 de septiembre, y va a ser mejor, de eso no tengo la menor duda”, reafirmó.

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Cabe destacar que la presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña, convocó a la sesión del 19 de agosto para resolver nuevas quejas contra la elección de magistrados electorales y la acción de inconstitucionalidad 44/2025, relacionada con la reforma al Poder Judicial de Yucatán.

Al día siguiente, la presidenta Sheinbaum cuestionó la convocatoria de la ministra Piña Hernández y expresó: “Habría que preguntar qué sentido tiene”.