Hay esperanza para esta Selección Mexicana. El Tri de Javier Aguirre cambió la cara, presentó una muchísima mejor que la mostrada ante Valencia el sábado en Puebla, para con ella derrotar por 2-0 a Estados Unidos en el Estadio Akron en Guadalajara.

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Un “dos a cero” que esta vez fue para los mexicanos y no para los estadounidenses, a los cuales les encanta restregar ese resultado cada vez que lo consiguen frente a México y así humillar; sin embargo, ahora no fue así y se regresarán a casa con ese resultado en contra a cuestas.

Sin lugar a dudas que este cotejo fue el mejor del combinado nacional desde que el Vasco regresó al banquillo tricolor; por el nivel mostrado, por el carácter y sobre todo por el futbol que presentaron sus futbolistas ante el acérrimo rival.

Cierto que para esta ocasión Estados Unidos, ahora dirigido por el argentino Mauricio Pocchetino, el rival se agrandó de más y ninguneó el juego; porque ya no vinieron figuras como Christian Pulisic, Weston McKennie y Ricardo Pepi. En el pecado, el acérrimo rival llevó la penitencia, porque el equipo que se presentó a territorio nacional, fue bastante pobre en términos futbolísticos.

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Una versión muy gris de un rival al que no se le podía ganar desde hace cinco años, sea en partido oficial o de carácter amistoso como este, toda vez que la victoria mexicana más reciente había sido en septiembre del 2019 con marcador de 3-0, en juego disputado en territorio estadounidense.

Pero eso no es asunto de la Selección Mexicana, la cual necesitaba un triunfo como este: lleno de carácter, de buen futbol y de mucha confianza para el futuro, toda vez que en noviembre enfrentará a Honduras por un boleto al Final Four de la Nations League.

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Era muy importante que luego del bodrio de partido ante Valencia, México mostrara una versión muchísimo más competitiva, máxime porque en el papel este juego ante Estados Unidos, era la prueba más difícil para Javier Aguirre en el inicio de su tercer mandato en el Tri.

Y para beneplácito del entrenador nacional, su equipo dio el mejor juego y consiguió la victoria; pero también logró reconectar de gran forma con la afición mexicana, la cual estaba divorciada de la Selección pero que aún así, en Guadalajara cumplió con una muy buena entrada de 43 mil aficionados.

Un cotejo que también sirvió para despedir y homenajear a Andrés Guardado. El Principito saltó como titular y Capitán para este duelo, para darle final a una carrera de casi 20 años con la Selección Mexicana, la cual comenzó en diciembre del 2005 y terminó luego de cinco mundiales y tres Copas de Oro ganadas. Al minuto 18′, el mediocampista de 37 años salió ovacionado por el público y su lugar lo tomó Luis Romo.

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El gran partido que dio México en el Akron tiene nombre y apellido: Raúl Alonso Jiménez, si bien todo el equipo dio un muy buen juego. El delantero del Fulham demostró que está de regreso, que de nueva cuenta está en su prime, en su nivel más alto futbolísticamente, lo cual ya lo posicionó de nueva cuenta como el delantero centro titular del Tri, por encima de Henry Martín y Santiago Giménez.

El show del artillero comenzó a los 22 minutos del primer tiempo. Es tanta la confianza que se tiene Raúl, que luego de una falta en tres cuartos de cancha, pidió la pelota y se acomodó para cobrar el tiro libre.

Nadie vio que Jiménez retrasó la pelota un metro para acomodársela mejor; y así, sacó un precioso disparo con la parte interna del pie derecho, que se clavó en el ángulo superior de la portería estadounidense.

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El vuelo del arquero Matt Turner, solamente hizo más vistosa la acción, porque pese a su lanzamiento no había manera de alcanzar un esférico que estaba destinado a besar la red de forma espectacular. Así, México metió el 1-0 y la afición desahogó mucha molestia y frustración contenida, con un golazo anotado por el que hoy por hoy es el mejor jugador nacional.

Tras la anotación, el partido fue prácticamente todo para México, porque Estados Unidos nunca presentó los argumentos suficientes para siquiera complicar a su rival y mucho menos, avasallar a un Tri que apenas hace unos meses ante este mismo rival, perdió una nueva Final de Nations League, si bien es cierto que en ese encuentro si jugaron los Pulisic, McKennie, entre otros.

Llegó la parte complementaria y apenas a los cuatro minutos de iniciada, cayó el segundo gol para México. Y otra vez, por intervención de Raúl Jiménez. Tras un pase al espacio por parte de Orbelín Pineda, el delantero fue a pelear la bola al área estadounidense.

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A base de puro riñón y con una notable barrida, le quitó la pelota al defensor y se la dio a César Huerta, quien estaba listo al acompañar la jugada en ataque; el Chino no la pensó dos veces y apenas recibió el esférico, conectó raso de pierna derecha y no tan pegado al poste, para vencer al guardameta Turner.

Ya con dos goles de ventaja, vinieron los cambios en el conjunto tricolor. Una de esas modificaciones, fue la entrada de Alexis Vega, quien particularmente en este cotejo no la pasó nada bien; porque la afición del Guadalajara, recordó su sombrío paso por el Rebaño Sagrado y lo abucheó de manera notable tanto al ingresó del campo, como cada vez que tomaba la pelota.

Posteriormente, el encuentro también tuvo una pequeña bronca, luego de que Jesús Angulo y Alejandro Zendejas, protagonizaran una jugada ríspida, toda vez que al jugador de Tigres le molestó que el americanista se le montara por la espalda; le tiró una patada y el azulcrema le respondió con empujones. Las acciones no escalaron y el árbitro del encuentro paró todo con una doble amonestación.

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Lo más peligroso que tuvo Estados Unidos, fue un disparo de Brandon Vázquez de Rayados de Monterrey, que obligó al arquero Luis Malagón (quien fue titular por encima de Memo Ochoa al tener molestias), a emplearse a fondo y mandar el disparo lejos de su portería.

Ya de última, Aguirre metió al juego al jovencito Obed Vargas, para que tuviera sus primeros minutos con la camiseta del Tri, precisamente ante el país en el que nació, pero al cual decidió no defender más a nivel Selección Mayor.

Así, México dio el mejor encuentro en lo poco que va en la era del Vasco Aguirre y consiguió una muy buena victoria ante el acérrimo rival, que más allá de que presentó a un equipo muy gris, siempre es importante que el Tri lo derrote, sobre todo luego de cinco años de tristezas ante ellos y, principalmente, porque con este resultado, se calmarán las críticas que ya comenzaban a caer y fuerte contra el técnico y los futbolistas.

La nota mala del encuentro, el grito homófobico

No habían pasado ni 15 minutos, cuando en el Estadio Akron se hizo presente el grito homofóbico en el juego entre México y Estados Unidos.

Si bien la afición comenzó con mucho apoyo para el equipo dirigido por Javier Aguirre, dentro de esa presión al acérrimo rival, cayó en el mencionado grito.

Al minuto 12, y luego de un despeje del guardameta Matt Turner, la afición se metió con el arquero, por lo que se registró el primer episodio.

Cabe recordar que en el pasado, el grito homofóbico le ha costado muchas sanciones y llamadas de atención a la Federación Mexicana de Futbol.

En reiteradas ocasiones, los altos mandos de la FMF le han pedido a la gente que no caiga en esa conducta, pero es una situación que aún no se termina de erradicar. Lo bueno es que México dio un buen juego y ya no se volvió a presentar el grito en las gradas del Akron.