El número de hospitalizaciones en el Valle de México si se ha incrementado, aunque no en las unidades de cuidados intensivos donde se requiere el apoyo de un respirador.

De acuerdo con datos de la Agencia Digital de Innovación Pública de la Ciudad de México (ADIP), publicados en el portal del información de Covid-19, tan sólo en lo que va del mes, la demanda por una cama de cuidados covid de primera atención aumentó 3.4 veces más a lo registrado en el primer día del año, pues ese día se tuvo un registro de 312 personas y para el día 13, fecha de la última actualización, la demanda se elevó a 1062.

Esto no ocurrió en el caso de las camas de cuidados intensivos, donde la cifra ha evolucionado conforme a los días y aún no llega al doble, pues el primer día del año se registró que 104 personas requirieron de un ventilador, cifra que se elevó a 130 hasta el día 8 de enero y volvió a elevarse al día siguiente con 151, llegando hasta 205 el pasado día 13.

Para ser internado en un hospital covid, los criterios son diversos, pues en algunos casos se les detiene por presentar dolor agudo en el pecho, dificultad para respirar y una saturación de oxígeno menor al 90 por ciento y una frecuencia respiratoria mayor a 30 respiraciones por minuto, esta última puede ser la diferencia entre un caso covid leve de uno grave.

También por factores como comorbilidades: obesidad, diabetes, hipertensión, enfermedades cardiacas e inmunológicas, además de quienes presentan daño pulmonar corroborado a través de radiografías.

En esta ocasión y debido a que la variante ómicron es más contagiosa, pero menos letal, los doctores han optado por enviar a los pacientes a recuperación en casa, sólo se les pide monitorear que sus niveles de oxigenación no disminuyan y para aminorar el dolor o fiebre se les receta paracetamol.

Para esta nueva ola, los albergues que se habían creado para convalecencia voluntaria no fueron habilitados, por lo que al no poder aislarse el índice de contagios en las familias es mayor.