Al fin Cruz Azul encontró la luz. Luego de un larguísimo túnel provocado por el abandonl de Martín Anselmi, La Máquina al fin ganó en el Clausura 2025, al derrotar de visitante 1-3 a Necaxa, para llegar a cinco unidades
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Un bálsamo el que consiguió la escuadra cementera en el Estadio Victoria de Aguascalientes, en el que tuvo que venir de atrás y demostrar que pese al momento tan oscuro que atravesaba, esta Máquina tiene mucho corazón.
Por segundo juego consecutivo, el encargado de llevar las riendas en el banquillo celeste, fue el uruguayo Vicente Sánchez, quien pese al muy poco tiempo y entrenamientos que ha tenido con el primer equipo, ya logró la primera victoria celeste en el torneo.
Para ello, el charrúa sí que hizo movimientos interesantes; el más, sentar a Lorenzo Faravelli (quien entró en los últimos minutos del encuentro), además de que le dio a Luka Romero su primera titularidad en la Liga MX.
Este Necaxa para nada es fácil; al contrario, con Nicolás Larcamón como estratega es un equipo muy bien trabajado, que tiene muy buen toque de balón, que no se regala y que tiene a futbolistas de muy buen pie, como es el argentino Agustin Palavecino.
Y además, con un delantero muy difícil de soportar en espacio abierto, como es el colombiano Diber Cambindo, quien cada vez que enfrenta a su ex equipo, lo mete en severos aprietos.
Al 18′, en una jugada justo a espacio abierto, Cambindo se llevó a su compatriota Willer Ditta, también dejó pagando a Gonzalo Piovi y se enfiló solo al área, donde definió de gran forma, pese al intento del arquero Kevin Mier de achicar el ángulo.
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Por supuesto que viéndose abajo en el marcador y dado el estado anímico y futbolístico de esta Máquina, no se auguraba nada bueno para Cruz Azul.
Sin embargo, esta vez la calidad de su plantel salió a flote y vaya que pesó de manera específica a favor de la causa celeste, en un inicio de torneo que ha sido muy difícil.
Esa calidad que tiene Cruz Azul en sus jugadores, la hizo patente Erik Lira. Al 38′, el mediocampista metió un auténtico golazo, luego de un tiro con el pie derecho, que dejó sin ningún tipo de oportunidad al arquero Luis Unsaín.
El tiro de Lira si bien fue potente, lo que lo hizo un golazo fue la calidad y precisión técnica con que le pegó al esférico, el cual dibujó una raya perfecta para el 1-1.
Tras el gol del empate, Cruz Azul tomó las riendas el cotejo y fue ya mucho mejor que el local en su casa. Aunque antes de eso, e incluso del gol de Lira, Necaxa había metido el 2-0 por medio de Diber Cambindo, pero en fuera de lugar, por lo que fue anulado.
En el segundo tiempo, La Máquina recuperó sus sensaciones: las de un equipo que sabe muy bien qué hacer en el terreno de juego y cómo demostrarlo a través de buen futbol.
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Al 72′, cayó el 1-2 a favor de los celestes, gracias a una jugada en la ofensiva en la que el canterano Amaury Morales le puso un chocolate al griego Giorgos Giakoumakis, quien con el balón a placer, fusiló al guardameta Unsaín, para irle dando forma a la primeta victoria celeste en el año.
La cual se terminó de fraguar en el primer minuto del tiempo agregado, toda vez que Lorenzo Faravelli, quien entró de cambio al final del juego, remató dentro del área para poner el 1-3 y completar la victoria celeste.
Cabe mencionar que cuando el juego iba 1-1, hubo una jugada dentro del área de Cruz Azul, en la que bien se pudo haber marcado una pena máxima para los Rayos. Sin embargo, el cuerpo arbitral encabezado por Luis Alfredo García, no concedió.
Y más allá de esa polémica, Cruz Azul al fin pudo encender una vela en estos momentos tan oscuros por los que atraviesa, tras conseguir su primer triunfo del torneo, con el que espera encontrar ya una inercia positiva, la cual confirme que este equipo es mucho más que un técnico que dejó tirado al equipo como lo hizo Martín Anselmi.