Foto: Aracely Martínez Cruz Azul brindó una actuación discreta, pero le fue suficiente para derrotar 2-0 a un Monterrey bastante pobre, con lo que aseguró su boleto a Liguilla directa.
Además, escaló a la tercera posición con 32 puntos, debajo de Tigres y Toluca que tienen los mismos puntos pero una diferencia de goles mucho mayor.
Por la calidad de ambas escuadras, este cotejo prometía mucho en la previa, pero la realidad es que estuvo muy por debajo de las expectativas.
Quizá porque ambos equipos ya no quieren arriesgar porque piensan en la Liguilla, pero también porque los planteamientos tácticos fueron similares y vaya que se nulificaron por grandes lapsos del encuentro.
Tampoco le hizo nada bien que Rayados se quedara con diez hombres muy temprano en el partido, pero eso fue culpa totalmente de Oliver Torres.
Apenas a los 25 minutos, al mediocampista español se le hizo fácil ponerle una plancha en la pantorrilla a José Paradela, que en un principio solo había sido sancionada con una amarilla.
Sin embargo, al árbitro Daniel Quintero le hablaron del VAR para que la revisara bien y después de ello, cambió su decisión a tarjeta roja. Monterrey desde muy temprano tuvo que remar a contracorriente con diez hombres.
Aunque lejos de que el juego detonara con la superioridad numérica de Cruz Azul y el handicap en contra de Rayados, al contrario. El cotejo tardó muchísimo en prender y por momentos hubo silbatina desde las gradas, porque el juego carecía de intensidad y de atractivo para la gente.
En esas andaba el partido, cuando de la nada, Jesús Orozco Chiquete, quien estaba lanzado al ataque, sacó un tiro raso de larga distancia, que le salió pegado al poste.
El guardameta Luis Cárdenas, quien fue el titular en este cotejo para los Rayados, se estiró lo más que pudo pero le fue imposible detener el esférico, con lo que Cruz Azul se puso 1-0 arriba, a dos minutos de cumplirse los 45′ del primer tiempo.
Eso levantó bastante el ambiente en el Olímpico, porque vaya que el juego no ayudaba, con un Monterrey que pareciera vino a la capital a especular a ver qué sacaba, aparte de que con la expulsión de Torres, su técnico Doménec Torrent tuvo que reconfigurar su escuadra.
Para la segunda parte, Rayados ya se mostró un poco más agresivo, pero fue casi a la altura del minuto 70′, por lo que dos terceras partes del duelo, los navegó sin mucha intención.
En las ocasiones que tuvo el equipo regio en la parte complementaria, intervino muy bien el arquero cementero, Kevin Mier, quien evitó la caída de su marco; porque si bien Monterrey vino a ver qué sacaba, se sabe que tiene jugadores de muy buen pie que en cualquier momento pueden cambiar el destino de un juego.
Por ello es que para Cruz Azul, era necesario que viniera el segundo gol para asegurar el triunfo y no terminar este encuentro con el reloj en la mano; y a eso se dedicó en los minutos restantes de la parte complementaria.
Y así sucedió en el agregado por medio de Ángel Sepúlveda, quien entró de cambio en la segunda mitad. El artillero definió de gran forma en el último minuto y si bien se había anulado por fuera de lugar, desde el VAR lo validaron como gol legítimo.
La próxima semana Cruz Azul irá de visita ante La Franja en Puebla y luego contra Pumas en la última fecha, muy probablemente también se juegue en el Estadio Cuauhtémoc.
