Cumple México 470 años de tradición universitaria: UNAM

POR PATRICIA RAMÍREZ El 21 de septiembre de 1551 se expidió la Cédula para establecer la Real Universidad de México, en la capital de la Nueva España, antecedente directo de la hoy Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y su función principal hace 470 años era preparar a quienes ocuparían cargos en el gobierno civil

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POR PATRICIA RAMÍREZ

El 21 de septiembre de 1551 se expidió la Cédula para establecer la Real Universidad de México, en la capital de la Nueva España, antecedente directo de la hoy Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y su función principal hace 470 años era preparar a quienes ocuparían cargos en el gobierno civil o eclesiástico de la Nueva España.
El integrante del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE), Enrique González González, explicó que pese a las supresiones que en el siglo XIX sufrió la Universidad en nuestro país, ha tenido continuidad y puede decirse que en México la tradición universitaria suma 470 años.
Apuntó que esta tradición implica la existencia de un espacio público donde colectivamente se enseña, se dan lecciones, y se confieren grados académicos. Tiene como origen el 21 de septiembre de 1551 cuando el príncipe Felipe II expidió la Cédula Real para establecer la Real Universidad de México en la capital de la Nueva España.
La Universidad, explica González González, era importante para el rey pues necesitaba funcionarios calificados para gobernar su imperio, y los hijos de conquistadores y pobladores de la Nueva España que buscaban cargos en el gobierno civil o eclesiástico debían contar con grados académicos.
Primero se pusieron en operación las escuelas, posteriormente se creó la Universidad como ente colegiado y autorizado para otorgar grados, lo cual era sumamente importante ya que tras el Concilio de Trento si alguien quería ser canónigo u obispo necesitaba, por lo menos, ser licenciado o doctor en la Universidad.
En el campo civil sucedía algo similar: si alguien buscaba ejercer la abogacía necesitaba un título de leyes o cánones y aprobar un examen ante la real autoridad.
La fundación de las escuelas se realizó el 3 de junio de 1553 con un discurso del catedrático Francisco Cervantes de Salazar. La Universidad como corporación nació el 21 de julio de 1553, en presencia del virrey y miembros de la Real Audiencia. El rey siguió vigilándola, autorizando nuevos Estatutos y regulándola a través de cédulas.
González González afirma que con anterioridad al siglo XVIII, la primera y única universidad novohispana fue la Real Universidad de México. Sólo se le bautizó como Real y Pontificia a finales del siglo XVIII, y de ahí pasó al siglo XIX como Nacional y Pontificia, y la historiografía tradicional la llamó, impropiamente, Real y Pontificia.
Podemos decir que en Nueva España y ahora en México hay una tradición universitaria que inicia en 1551 o 1553, que es cuando se abrieron las aulas. Es decir, la palabra Universidad y la función de una Universidad ha sido constante a lo largo del tiempo, asevera.
Luego, en 1910 México envió el mensaje al mundo de que, en materia de educación superior, estaba a la altura de las grandes potencias de la época, pues Justo Sierra, secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes, pugnó porque esta institución fuera moderna, laica, creadora de ciencia, abierta a todas las doctrinas y métodos, y en la que se recibiría a jóvenes de toda la nación.
Así lo afirma la integrante del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE), María de Lourdes Alvarado y Martínez Escobar, con motivo de los 111 años de la fundación de esta casa de estudios.
“Porfirio Díaz sabía que 1910 sería un año especial, pues se celebraría el primer centenario del inicio de la Guerra de Independencia. Entonces coincidieron sus planes y los de su secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes, Justo Sierra, y decidieron que la fundación de la Universidad fuera uno de los eventos más importantes de estas conmemoraciones”, asevera.
Fue la oportunidad de mostrar al mundo cómo se pensaba la enseñanza en nuestro país, la cultura, la ciencia, la formación de su juventud, pues a las festividades acudieron representantes de distintos países, subraya la especialista en Historia de las Universidades e Instituciones de Educación Superior de los siglos XIX y XX.
De acuerdo con Sierra, la Universidad Nacional de México sería totalmente distinta a su antecesora, la Nacional y Pontificia Universidad, clausurada definitivamente durante el Segundo Imperio.