El boxeo mundial fue cimbrado por un terremoto llamado Terence Crawford con epicentro en Las Vegas, Nevada. El pugilista estadounidense no solo arrebató la corona indiscutible del peso súper mediano al hasta entonces monarca reinante Saúl ‘Canelo’ Álvarez, sino que también escribió su nombre en la eternidad al convertirse en el primer boxeador de la historia en ser campeón absoluto en tres categorías diferentes.
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Sin embargo, lejos de apaciguarse, las aguas están más revueltas que nunca, con David Benavidez como el nuevo poder fáctico y el tapatío diezmado y contra las cuerdas. Tras la histórica victoria de Crawford en el Allegiant Stadium de La Capital del Pecado, el panorama para Álvarez Barragán se complicó.
Mientras el nuevo campeón, de 37 años, y su entrenador Brian ‘BoMac’ McIntyre han descartado una pelea inmediata contra Benavidez y han afirmado que no piensan dejar vacantes sus títulos, el camino para el mexicano parece bifurcarse.
Por un lado, Benavidez, ahora instalado como el campeón del Consejo Mundial de Boxeo (WBC) en los 175 libras tras el despojo a Dmitry Bivol, ha lanzado un claro y contundente reto a ‘Canelo’. En entrevista para Inside The Ring, ‘El Monstruo Mexicano’ se mostró en una posición sobrada —por primera vez— ante un jalisciense vulnerable.
“Si Canelo quiere subir, adelante, porque yo tengo el título del CMB en 175 libras… así que yo tengo el poder”, declaró Benavidez, al recordar que el mexicano de 35 años de edad siempre ha dicho que pelea por grandeza y títulos. “Déjenme recoger todos los títulos y volver a la mesa para que podamos hablar”, sentenció.
De esa forma, estableció sus condiciones para un choque que sería monumental. Mientras Benavidez mira hacia un futuro inmediato que podría no incluir a Artur Beterbiev, sino a un remozado Dmitry Bivol para principios de 2026 —según reportes del periodista Bernardo Pilatti—, ‘Bud’ Crawford disfruta de su lugar en la cima.
Su equipo ha dejado claro que no cederá a las presiones inmediatas y que evaluará sus opciones, entre las que podría estar un ascenso al peso mediano, una categoría inexplorada para él. La bola queda ahora en el tejado de Canelo Álvarez.
Derrotado y sin sus preciados cinturones, debe decidir si acepta el desafío de subir de peso para enfrentar a un Benavidez hambriento y con todo el poder negociador, o si busca otra ruta para reconquistar su estatus. Lo que es seguro es que el boxeo tiene nuevos reyes, y las reglas del juego las marcan ahora Crawford, desde el trono indiscutible, y Benavidez.

Foto: Cortesía EFE 


