El número de personas desaparecidas en México sigue en aumento y la falta de información precisa impide conocer la magnitud real del problema, de acuerdo con la organización DataCívica, hasta el 22 de julio de 2024, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) reporta 324 mil registros de personas desaparecidas desde 1952.
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De este total, 115 mil 894 siguen sin ser localizadas, 192 mil 451 fueron encontradas con vida y 16 mil 119 fueron localizadas sin vida.
De las personas desaparecidas registradas a partir de 2006, el 60% son hombres y el 40% mujeres, sin embargo, las desapariciones de mujeres adolescentes han aumentado de manera alarmante.
En 2006 señaló que se reportaron 108 casos de mujeres entre 10 y 19 años, mientras que en 2023 la cifra se disparó a 5,787, un aumento de 54 veces, en contraste, la desaparición de hombres creció 49 veces en el mismo periodo.
De acuerdo con el estudio, el problema no es uniforme en todo el país, siendo que Tamaulipas es el estado con la mayor tasa de desapariciones entre 2006 y 2024, con 560 personas desaparecidas por cada 100 mil habitantes.
Le siguen Colima, Sinaloa, Aguascalientes y Zacatecas. En ocho estados (Aguascalientes, Campeche, Chiapas, Oaxaca, Puebla, Tabasco, Tlaxcala y Yucatán), el número de mujeres desaparecidas es mayor que el de hombres. Aguascalientes encabeza la lista con la tasa más alta de mujeres desaparecidas (444 por cada 100 mil habitantes), seguido de Yucatán.
Actualmente, la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, para el Ejercicio Fiscal de 2025, en el Ramo 04, destinado a los subsidios y subvenciones tiene previsto destinar 854 millones 645 mil 124 pesos para las acciones de búsqueda de Personas Desaparecidas y No Localizadas, con el objetivo de que se realicen y ejecuten acciones de búsqueda en materia de desaparición forzada de personas, desaparición cometida por particulares y búsqueda forense con fines de identificación humana.
De acuerdo con los lineamientos, la Comisión, que es un órgano dependiente de la Secretaría de Gobernación, los recursos serán otorgados a través de un esquema de coparticipación de recursos entre la Federación y los estados.
Dificultades en la búsqueda
El estudio de Data Cívica resalta que el RNPDNO no permite conocer con precisión el número real de personas desaparecidas, ya que solo registra los casos que han sido denunciados y documentados por las autoridades, aunado a que muchas desapariciones no se reportan por miedo a represalias, desconfianza en las instituciones o trabas burocráticas.
Además, faltan datos clave en el registro, como la pertenencia a grupos vulnerables como son defensores de derechos humanos, periodistas o indígenas, información que, precisó, sólo se documenta en menos del 5 por ciento de los casos. También preocupa que, en apenas el 2 por ciento de los registros, se incluye un medio de contacto con los familiares denunciantes.
Resalta también que el proceso de búsqueda y localización enfrenta diversos obstáculos y es que, en Coahuila, se registró que el 72 por ciento de las personas desaparecidas siguen sin ser localizadas, mientras que, en Yucatán, el 92.5 por ciento han sido encontradas con vida.
Además, las mujeres tienen una mayor probabilidad de ser localizadas con vida (78.3 por ciento) en comparación con los hombres (46 por ciento), quienes también tienen una mayor probabilidad de ser encontrados sin vida.
De acuerdo con Data Cívica la falta de transparencia en la información sobre desapariciones por parte de la Comisión Nacional de Búsqueda no publica un registro en formato de datos abiertos actualizado, lo que dificulta el análisis y la identificación de patrones de desaparición, además de que se tienen inconsistencias entre las cifras reportadas por fiscalías estatales y las del RNPDNO.
Por lo anterior, señalaron que es necesario que se implemente un Banco Nacional de Datos Forenses funcional, la creación de un Registro Nacional de Personas Fallecidas, No Identificadas y No Reclamadas, así como de un Registro Nacional de Fosas Comunes y Clandestinas.
Además, indicaron, se requiere mayor calidad en la documentación de casos, incluyendo datos como identidad de género, origen étnico y ocupación, así como una coordinación entre fiscalías, la Comisión Nacional de Búsqueda y otras instituciones es fundamental para mejorar la respuesta ante esta crisis.
Finalmente, advirtió que el gobierno federal debe poner todas las herramientas disponibles para prevenir nuevas desapariciones y “encontrar a quienes nos faltan”, así como actuar con urgencia ante la situación, la cual exige procesos serios de investigación, estrategias basadas en evidencia y un compromiso real con la verdad y la justicia.