Desconocen padres si recibirán “Mi beca para empezar”

AIDA RAMÍREZ Los padres de familia de al menos un millón 200 mil niños de nivel de educación básico –preescolar, primaria, secundaria y Centros de Atención Múltiple-, que viven en la Ciudad de México cuestionan ya al gobierno capitalino de si tendrán la ayuda proporcionada en “Mi beca para empezar”, para un mes más. Ello,

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AIDA RAMÍREZ
Los padres de familia de al menos un millón 200 mil niños de nivel de educación básico –preescolar,
primaria, secundaria y Centros de Atención Múltiple-, que viven en la Ciudad de México cuestionan ya al
gobierno capitalino de si tendrán la ayuda proporcionada en “Mi beca para empezar”, para un mes más.
Ello, luego de que la Secretaría de Educación Pública (SEP), y la Autoridad Educativa Federal en la
Ciudad de México (AEFCM), establecieron que las clases concluyen hasta el próximo 28 de julio.
Y es que, el programa de esta beca, ahora denominada “Bienestar para niñas y niños”, ya que está
unida a todos los programas de Bienestar del gobierno federal, sólo dispersa recursos durante 10
meses, que habitualmente son los que se consideran con clases para los alumnos, y no 11 como está
establecido para este año.
Asimismo, se estableció que para el último mes de “estudios” y concretar 200 días de clases,
principalmente para los niveles de primaria y secundaria se enviaron “programas” que no eran de
estudio, sino que convierten a los planteles prácticamente en centros de convivencia infantil o una
especie de “guardería”.
Razón por la cual, directivos decidieron hacer modificaciones y tratar de establecer guías de estudio y
trabajos que permitan resarcir, en la medida de lo posible, el rezago que se tiene de aprendizaje tras los
prácticamente dos años que se vivió en el autoencierro por la pandemia del Covid-19 –que inició a
finales de marzo de 2020- y como consecuencia de las malas decisiones que tomaron algunos
funcionarios de Protección Civil al semaforizar al algunos planteles en “rojo”, tras el sismo del 7 de
septiembre de 2021.
Ante esta situación, empleados del gobierno capitalino que están recorriendo las escuelas públicas para
“promocionar” el programa de Wi-Fi gratuito que próximamente se instalará en los planteles públicos, se
ven rebasados por los padres de familia ante cuestionamientos como: “¿y saben si nos van a dar la
ayuda de la beca para el mes de julio?, porque los niños estarán en escuelas todo un mes”.
De ahí que los promotores sólo atinan a señalar que anotarán la pregunta y la llevarán a sus superiores,
esperando que haya una respuesta positiva.
Y es que, cabe recordar que durante este año los montos de la beca fueron, para preescolar: 400
pesos; para primaria y secundaria: 435 pesos y para los pequeños que asisten al Centro de Atención
Múltiple (CAM) en todos los niveles: 500 pesos, apoyo que se da a cada uno de los estudiantes de
planteles públicos.
De esta forma, la decisión de la Secretaría de Educación Pública (SEP) de alargar el actual calendario
escolar en educación básica dejó a maestros y alumnos cinco semanas más en las aulas después de
entregar calificaciones y agotar el plan de estudios, toda vez que las últimas calificaciones que se
entregaron fueron entre el 10 y 17 de junio, cuestión que se puede corroborar en la plataforma de la
SEP, en donde ya se pueden encontrar desde hace dos semanas las calificaciones finales de los
alumnos.
Por lo anterior, maestros de escuelas públicas han señalado que estas semanas están transcurriendo
entre la aburrición y el no ver productivo el ir a la escuela, si ya no hay prácticamente nada que enseñar
por parte del cuerpo docente.
Con el argumento de recuperar aprendizajes perdidos tras dos ciclos irregulares por la pandemia, la
SEP amplió de 190 a 200 días el calendario escolar e incluyó cuatro viernes adicionales sin clases para
realizar las descargas administrativas, por lo que ello no garantiza mejores aprendizajes, destacan los
mentores.
Mientras que hay escuelas en algunas entidades que ya preparan el cierre del ciclo escolar para la
primera semana de julio, al menos en la Ciudad de México los directivos no dicen que los alumnos ya no
tienen que asistir a clases, pero lo dejan a la consideración de los padres, ya que las calificaciones ya
se enviaron y las faltas que se puedan acumular no afectarán los resultados.