Ana Laura García / Ovaciones
Foto: Arte de Canva referente a la meditación
La meditación es una práctica ancestral que ha ganado popularidad en los últimos años. Sin embargo, para muchos, la idea de sentirse inmóvil durante horas con los ojos cerrados y la mente en blanco puede resultar poco atractiva o difícil de lograr. Jeff Foster, un reconocido autor y maestro espiritual, habla sobre una visión diferente de la meditación, una que él llama meditar sin meditar o como lo señaló en una entrevista para Ovaciones, Gina Cárdenas, Terapeuta Holística, una “Antimeditación”.
Meditar sin meditar
La meditación no tiene que ser una actividad extraordinaria o separada de la vida cotidiana. De hecho, él sostiene que la verdadera meditación consiste en mantenerse presente en el aquí y ahora, algo que puede resultar desafiante en la era de la distracción digital. Sin embargo, meditar no requiere de técnicas complejas o entornos especiales. Basta con estar vivo y conectado con nuestros sentidos.
Estar vivo significa hablar el lenguaje de los colores, el sonido y la energía. Si eres capaz de percibir y apreciar estas experiencias, ya estás meditando. Comenzar el día con gratitud por la vida misma es una forma de meditación. Cantar, saborear los alimentos y disfrutar de cada actividad cotidiana con plena atención también lo es.
Hacer sagrado lo cotidiano
Meditar es, en esencia, otorgar a cada momento y actividad del día su justo valor. Se trata de estar presente y consciente mientras disfrutas, acaricias, respiras, hueles, muerdes, percibes, oyes y tocas. Cuando logras involucrar tus cinco sentidos en cada experiencia, estás meditando.
Eres un buen meditador si:
- Eres consciente de tu respiración al menos algunos minutos durante el día.
- Agradeces todos los días por al menos una cosa en tu vida.
- Disfrutas el sabor de los alimentos.
- Eres consciente de la textura de tu ropa.
- Te das cuenta cuando tus pensamientos no son favorables.
Es posible que ya estés meditando diariamente sin darte cuenta. El siguiente paso es hacerlo de manera consciente y constante.
La meditación, para Gina Cárdenas, no es una práctica aislada o reservada para unos pocos, sino una forma de vida que nos conecta con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea. Al hacer sagrado lo cotidiano y vivir con atención plena, podemos experimentar los beneficios de la meditación en cada momento del día.
