Día 6: Prisca Awiti y la suerte de ser un stalker

Te traemos la columna de Martín Avilés, nuestro reportero en París, quien durante los próximos días nos mostrará el ambiente de los Juegos Olímpicos desde otro punto



París, Francia.- Desperté pasadas las 9:00 de la mañana y miré el celular —como de costumbre— para revisar toda la información que se generó mientras dormía, sobre todo porque la diferencia de horario con México, me hace perderme mucho de lo que ocurre mientras por allá transcurre la tarde y acá la noche. Así noté que Prisca Awiti ya había ganado su primer combate en los –63 kilogramos del judo de los Juegos Olímpicos París 2024. Y de inmediato me propuse recuperar el tiempo perdido.

LEE ADEMÁS: La madre de Prisca Awiti, conmovida por medalla de su hija en París 2024: “Dije ‘gracias a la Virgen de Guadalupe’”

Me bañé más rápido que de costumbre y me acerqué al metro Strasbourg Saint-Denis para dirigirme a La Motte-Picquet Grenelle, estación más cercana a la Arena Champs de Mars, donde la nacida en Londres, Reino Unido, comenzaba a allanar su camino hacia la gloria. Dicen que reportero sin suerte, no es reportero, y por fin la Diosa Fortuna me acompañó en el trayecto.

Mientras el metro parisino avanzaba a su infalible ritmo, busqué todo tipo de datos sobre Awiti que me pudieran servir para escribir un texto digno de lo que se perfilaba a ser una historia épica. Todos los medios se limitaban a decir que Prisca era hija de un keniano y una mexicana y que había nacido en la capital inglesa, mientras yo me lamentaba que la pasada tarde del 6 de junio, durante la presentación de los uniformes de la Delegación Azteca para París 2024 en el Comité Olímpico Mexicano, me la encontré de frente y me pasé de largo.

A decir verdad, en ese momento solo pensé en los múltiples textos inconclusos que tenía aún en el tintero y no vi razón para añadir una más, sobre todo porque, a decir verdad, jamás me imaginé que a pesar de sus éxitos recientes, a Prisca le alcanzara el talento para sumarse a la selecta lista de medallistas mexicanos. Craso error, que sin imaginarlo, la fortuna me ayudaría a enmendar en cuestión de minutos.

LEE TAMBIÉN: ¿Quién es el novio de Prisca Awiti, medallista de plata en París 2024?

Ocurrió mientras caminaba sobre Av. de La Motte-Picquet y miraba el perfil de Instagram del novio de Awiti, el también judoca Óscar Rojas, en busca de alguna pista sobre su paradero o el de su familia. De pronto, una última historia desde su cuenta cambió mi suerte. Observé que las imágenes del lugar donde se filmó mientras miraba a su novia competir a través de una tablet, se parecían mucho al restaurante Suffren, ubicado justo en la contra esquina de la Arena.

Me asomé y ahí estaba no solo Óscar, sino uno de los hermanos de Prisca. No tardó en llegar la madre de la judoca, Lola Alcaraz, y me dispuse a saludarlos. Les pedí una fugaz entrevista antes de que procedieran a mirar a la anglomexicana vía streaming y algunos colegas que llevaban horas sentados en una banca cercana al recinto a la espera de alguno de los familiares de Prisca, me ubicaron y corrieron hacia la terraza del Suffren en busca de obtener la nota.

La voz se corrió y llegaron como marabuntas un sinfín de reporteros que cumplieron con su labor. El resto, es historia. El nombre de Prisca Awiti se convirtió en tendencia nacional, al igual que el de su novio, mientras las anécdotas de su madre fueron replicadas en portales y canales de televisión. Y fue así como gracias a mi talento como stalker, conseguí redención tras no confiar semanas atrás en la que es hoy la gran sensación del deporte mexicano.