Este 30 de abril de 2025, México conmemorará una vez más el Día del Niño, una fecha esperada con entusiasmo por los más pequeños del hogar. Mientras las calles se llenan de globos de colores, risas y celebraciones, es importante recordar que detrás de esta festividad existe un trasfondo histórico y social mucho más profundo de lo que muchos conocen.

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Los orígenes históricos de la celebración

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) señala que esta efeméride surgió en México en 1924, durante la presidencia del General Álvaro Obregón y con el licenciado José Vasconcelos como Ministro de Educación Pública.

La fecha no fue elegida al azar. El establecimiento del 30 de abril como día para celebrar a la infancia mexicana respondió directamente a la Declaración de Ginebra sobre los Derechos del Niño, aprobada ese mismo año. Este documento internacional puso por primera vez en la agenda global los derechos fundamentales de los niños, y México fue uno de los primeros países en sumarse a este compromiso.

Así, lo que hoy percibimos como una simple festividad, nació realmente como un recordatorio anual de que la infancia merece ser protegida, escuchada y cuidada.

¿Cómo se celebra actualmente?

Para el miércoles 30 de abril de 2025, escuelas, centros culturales y espacios públicos de todo el país están preparando diversas actividades dedicadas a la diversión de la población infantil, entre las que destacan:

• Festivales culturales y recreativos
• Concursos de diversas disciplinas
• Convivencias familiares organizadas
• Juegos tradicionales y modernos

Es importante señalar que, a diferencia de otras fechas conmemorativas, el Día del Niño no es un día festivo oficial en México. Esto significa que no hay suspensión de clases ni se justifica la ausencia laboral de los padres. Sin embargo, muchas instituciones educativas suelen adaptar sus horarios o permitir que los estudiantes asistan sin uniforme para disfrutar de actividades especiales.

Más allá de la celebración: una realidad por mejorar

Dado que la conmemoración fue establecida con la finalidad de reafirmar los derechos de los niños y crear una infancia feliz que permita un desarrollo integral, es necesario reflexionar sobre las condiciones actuales de la población infantil en México.

Datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) revelan una realidad preocupante: el 46% de los niños, niñas y adolescentes mexicanos viven en condiciones de pobreza.

Los principales retos para garantizar su bienestar incluyen:

• Acceso a educación de calidad
• Servicios de salud adecuados
• Entornos seguros libres de violencia

Esto hace que la celebración del Día del Niño en 2025 también implique una profunda reflexión sobre el cuidado y protección que se está brindando a las nuevas generaciones.

El Día del Niño en el mundo

Aunque en México se celebra el 30 de abril, esta fecha varía en diferentes países:

• Estados Unidos: segundo domingo de junio
• Colombia: último sábado de abril
• Otros países de América Latina: distintas fechas durante agosto
• A nivel internacional, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció el 20 de noviembre como el Día Universal del Niño

Este 30 de abril, mientras disfrutamos de las celebraciones y entregamos regalos a los más pequeños, es también una oportunidad para cuestionarnos: ¿Qué acciones estamos implementando para mejorar el mundo que heredarán los niños? ¿Cómo podemos garantizarles un entorno más digno y feliz?

Porque más allá de los obsequios materiales, el verdadero regalo que podemos ofrecer a la infancia es el compromiso con sus derechos y su bienestar.