El sector privado del país advierte al gobierno mexicano que la incertidumbre puede ser el factor que mayor incidencia ha tenido y continuará teniendo en el debilitamiento de la inversión y del crecimiento de la actividad económica.
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Por lo que considera indispensable un mayor esfuerzo de los agentes económicos de todos los sectores para establecer un ambiente de mayor certidumbre que estimule las acciones y condiciones necesarias para un crecimiento sano y sostenido.
En su análisis semanal, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), indica lo anterior y sostiene que “la preocupación es obvia y las expectativas responden a ello. Los pronósticos para el año podrían seguir ajustándose a la baja. El último dato de los especialistas en la encuesta de expectativas del Banco de México prevé que este año la economía crezca sólo 1.07 por ciento”.
La preocupación se incrementa, más aún, cuando una de las principales metas del Plan México que anunció la presidenta Claudia Sheinbaum, es ubicar al país dentro del Top 10 de las economías del mundo, así como lograr que el porcentaje de la inversión respecto al PIB se mantenga por arriba de 25% a partir de 2026 y de 28% a partir del 2030.
“Actualmente la economía mexicana ocupa la posición 13 a nivel mundial, de acuerdo con los datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), mientras que la inversión representa el 24.7% del PIB según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)”.
Sin embargo, aseveró el CEESP, el debilitamiento del ritmo de crecimiento, que en buena medida refleja los crecientes niveles de incertidumbre para invertir, ponen en riesgo estas y otras metas que se plantearon en el Plan.
Y precisamente en materia de crecimiento económico, las expectativas no son muy alentadoras.
Los resultados más recientes de la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado anticipan que el ritmo de crecimiento promedio para los próximos 10 años se ubica por debajo del 2.0 por ciento.
“La falta de un buen ambiente de negocios para invertir ha sido un factor importante en el debilitamiento de la actividad económica del país. Un débil estado de derecho, creciente inseguridad, criminalidad y corrupción son factores que inhiben la intensión de invertir, independientemente de lo benéfico que puede ser el proceso de relocalización.
“De hecho, hasta ahora no se han concretado importantes nuevas inversiones impulsadas por el nearshoring, lo que refleja la cautela ante el entorno de un ambiente político interno complejo y ahora de una coyuntura externa igualmente preocupante”, indicó.
Asimismo, señaló que con cifras de la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) muestran que México se ubica como el noveno país con mayor inversión extranjera directa, aunque esto no necesariamente lo convierte en un país significativamente atractivo.
Por lo que se requiere de un ambiente de confianza en los negocios, en el que las reglas para invertir sean claras, donde haya de seguridad y nula corrupción, lo que se ve difícil luego de que Transparencia Internacional, en su Índice de Percepción de la Corrupción 2024, México ocupó la posición 140 de un total de 180 países, al registrar solo 26 puntos de un máximo de 100 que implica un país sin corrupción.

Foto: Cuartoscuro.com 


