El mundo del baloncesto se vistió de luto este lunes al conocerse la triste noticia del fallecimiento de Dikembe Mutombo, una de las figuras más emblemáticas y queridas de la NBA. El exjugador congoleño, de 58 años, perdió la batalla contra un cáncer cerebral que le fue diagnosticado hace dos años, dejando un vacío irreparable en el corazón de los aficionados y en la comunidad deportiva internacional.

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Una carrera legendaria en la NBA

Mutombo, nacido en Kinshasa, República Democrática del Congo, se labró una carrera excepcional en la NBA a lo largo de 18 temporadas. Su impresionante estatura de 2,18 metros y su extraordinaria capacidad defensiva lo convirtieron en uno de los jugadores más temidos bajo el aro. Con 3.289 tapones, Mutombo se posiciona como el segundo mejor bloqueador en la historia de la liga, solo superado por Hakeem Olajuwon.

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Su trayectoria profesional lo llevó a vestir las camisetas de seis equipos diferentes: Denver Nuggets, Atlanta Hawks, Philadelphia 76ers, New Jersey Nets, New York Knicks y Houston Rockets. Durante este tiempo, Mutombo acumuló un palmarés envidiable:

• 8 selecciones para el All-Star Game
• 4 premios al Defensor del Año
• 3 selecciones para el mejor quinteto defensivo de la NBA
• Inducción al Salón de la Fama del Baloncesto en 2015

El comisionado de la NBA, Adam Silver, expresó su pesar por la pérdida: “Dikembe Mutombo era simplemente más grande que la vida misma. En la cancha, fue uno de los mejores bloqueadores de tiros y jugadores defensivos en la historia de la NBA. Fuera de la cancha, puso su corazón y alma en ayudar a los demás“.

Un legado que trasciende el deporte

Pero el impacto de Mutombo va mucho más allá de sus logros deportivos. Tras colgar las zapatillas en 2009, el congoleño se dedicó con pasión a causas humanitarias y filantrópicas, convirtiéndose en un embajador global del baloncesto y un ejemplo de superación para millones de personas.

Una de sus obras más destacadas fue la creación de la Fundación Dikembe Mutombo en 1997, centrada en mejorar las condiciones de vida en su país natal. Su proyecto más ambicioso fue la construcción del Hospital Biamba Marie Mutombo en Kinshasa, nombrado en honor a su madre, que ha proporcionado atención médica vital a miles de congoleños desde su apertura en 2007.

Mutombo también se desempeñó como embajador global de la NBA, promoviendo el baloncesto y sus valores en todo el mundo, especialmente en África. Su trabajo incansable le valió numerosos reconocimientos, incluyendo el Premio J. Walter Kennedy Citizenship en 2001 y el Premio a la Ciudadanía de la Asociación de Jugadores de la NBA en 2018.

La noticia de su diagnóstico de cáncer cerebral en octubre de 2022 conmocionó al mundo del deporte. A pesar de someterse a un tratamiento agresivo, Mutombo finalmente sucumbió a la enfermedad, dejando un legado imborrable tanto dentro como fuera de las canchas.