Juan Pedro Llaguno tiene un fin de semana con doble motivo para celebrar. El sábado será su cumpleaños y el domingo partirá plaza en la tercera novillada de reapertura en el coso de Insurgentes. ‘Me voy a dar mi obsequio con un triunfo importante en la México’, señala el queretano.

Este año, por la pandemia, ha vestido pocas veces de luces, sin embargo, ha tenido oportunidad de realizar mucho  campo. De hecho, el torero vive en la ganadería  de su apoderado, Juan del Hoyo, donde muy temprano no sólo se prepara sino que también trabaja.

Se levanta al filo de las seis de la mañana y antes que otra cosa le gusta meditar, porque al hacerlo logra enfocar sus objetivos del día a día.

El novillero considera que el toreo es ‘un ejercicio del espíritu’, como solía decir el desaparecido diestro David Silveti. ‘Se torea con el alma. Eso es lo que haces que conectes con los tendidos’, apunta.

Aunque ya se ha presentado en anteriores ocasiones en la México, la de este domingo tiene para Juan Pedro un tinte muy especial: ‘Porque es la reapertura luego de la pandemia. Son tres novilladas, lo que representa nueve lugares y de entre todos mis compañeros yo tuve la fortuna de verme anunciado. Lo disfruto, pero al mismo tiempo es una gran responsabilidad’.

CONCEPTOS

El queretano atesora interesantes conceptos sobre la tauromaquia, será acaso porque pertenece a una importante dinastía taurina mexicana y española en la que hay ganaderos y matadores de toros. Pero a pesar de lo anterior, a Juan Pedro nadie le ha regalado nada.

Desde los trece años dejó la comodidad del hogar para cruzar el charco en pos de pulir su técnica.

‘Evidentemente cuando estás en un lugar que no es tu casa, la familia que te recibe no puede ni debe alterar su estilo de vida, por lo que te tienes que adaptar a todas las circunstancias’, señala el hermano del diestro Juan Pablo Llaguno, quien agrega: ‘Afortunadamente desde esa edad he tenido oportunidad de abrirme paso, aunque claro, también he vivido con mis papás. Ahora mismo estoy con mi apoderado’.

Considera que lo que acontece en el ruedo es una escena misma de la vida diaria ‘en la que a veces te toca ser el toro y sacar la casta; otras ser el torero y disfrutar; otras más observar desde la barrera; aguantar vara como los picadores. Lo que sucede en el redondel es un reflejo de la vida, por eso es tan apasionante este espectáculo’.

Juan Pedro Llaguno alternará este domingo en la Plaza México con José Miguel Arellano y José Alberto Ortega para lidiar un encierro de Caparica, ganadería propiedad de Roberto Viezcas.