Dolorido, pero contento

6, julio 2021

TERRIBLE BAUTIZO DE SANGRE DE DIEGO GARMENDIA

Penetrante de vientre, la cornada

La cornada que sufrió el pasado domingo en Monterrey, Nuevo León, el novillero Diego Garmendia fue más grave de lo que se pensó inicialmente. Después de ser ingresado al hospital, los médicos se dieron cuenta que la cornada fue penetrante de vientre.

La actuación de Garmendia podría calificarse de gesta, porque fue herido a mitad del trasteo y aún así se quedó en el ruedo hasta pasaportar a su enemigo, que lo volvió a prender por segunda ocasión, aunque fue en la primera en la que le abrió las carnes.

Postrado en una cama del sanatorio Muguerza, el valiente novillero confiesa: ‘Me siento adolorido, pero al mismo tiempo muy contento, porque además de que triunfé, pasé una prueba personal que fue saberme herido y quedarme en el ruedo. Superar esa lucha interna es algo único’.

Reconoce el torero que ‘la cosa se puso fea. Hubo un momento, no sé por qué, pero no me podían operar, hasta que finalmente me ingresaron a quirófano’.

Debido a la gravedad de la cornada tuvieron que practicarle una colostomía.

El torero abandonará el hospital en tres o cuatro días. Aunque según le comentaron los doctores, podría reaparecer en alrededor de dos meses.

La actuación que firmó Garmendia en territorio regio fue emocionante y digna de un torero. Pese a estar herido y después de sufrir una segunda y espeluznante voltereta, Diego dio la vuelta al ruedo con el valioso trofeo en la mano.