El gobierno de la Ciudad de México presentó el proyecto “Ciudad con salud emocional“, con el que se busca atender de manera integral el consumo de sustancias psicoactivas bajo un enfoque de salud pública, prevención y derechos humanos.
Como parte de esta estrategia, el gobierno capitalino informó que se construirá un hospital toxicológico en coordinación con el gobierno federal, destinado a la atención especializada de intoxicaciones, síndrome de abstinencia y comorbilidades físicas y psiquiátricas asociadas al consumo problemático.
Actualmente, los dos hospitales existentes del IMSS-Bienestar en la capital cuentan con menos de 30 camas, lo que hace necesaria la apertura de un centro de mayor capacidad.
De manera paralela, se edificará un Centro de Transición y Recuperación para el Bienestar, que funcionará como espacio de acompañamiento psicosocial para las personas que egresen del hospital. El objetivo es garantizar la continuidad de tratamientos médicos y psicológicos en un entorno digno y comunitario, con atención 100 por ciento voluntaria.
Asimismo, el programa contempla la apertura de 100 Centros Colibrí, especializados en atención a personas con consumo de sustancias psicoactivas. De estos, ya operan 11 en distintas alcaldías, y se prevé que haya uno en cada Utopía.
En conferencia de prensa, encabezada por la jefa de Gobierno, Clara Brugada, la directora del Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones, Amaya Ordorika Imaz, explicó que los Centros Colibrí funcionan bajo un modelo que evita respuestas estandarizadas, ya que se busca identificar las necesidades puntuales de cada persona. La estrategia incluye la “Ruta Psicoactiva“, mediante la cual brigadas se acercan directamente a las personas consumidoras en espacios públicos para brindar información sobre riesgos, prácticas de consumo y opciones de tratamiento, utilizando técnicas de entrevista motivacional.
En cuanto a los centros privados, detalló que en la ciudad existen 198 establecimientos registrados, de los cuales 130 son de modalidad residencial y el gobierno capitalino mantiene supervisión sobre estos espacios, conocidos en algunos casos como “anexos“, para garantizar condiciones seguras y profesionalización del personal.
Por su parte, la jefa de Gobierno, Clara Brugada, subrayó que el programa se desarrolla bajo un enfoque de derechos humanos, no estigmatizante ni punitivo.
“Hoy la gente tiene este problema y no sabe qué hacer; no sabe a dónde acudir, y luego va a dar a lugares que no están regulados y se generan problemas. Por eso es muy importante difundir todo lo que podemos hacer como gobierno y cómo podemos apoyar a la población“, afirmó.
La mandataria adelantó que en los próximos días se dará a conocer un programa integral de atención a personas en situación de calle, que incluirá medidas específicas para quienes enfrentan dependencia de sustancias psicoactivas y que requieren apoyo inmediato, con respeto pleno a su voluntad.




