Checo Pérez ha sabido ser mesurado a la hora de tomar una decisión sobre su futuro en la Fórmula 1. Con diversas ofertas en la mesa, se dio un plazo de medio año para analizar con sabiduría cuál es la mejor opción, aunque todo apunta a que será la naciente escudería Cadillac su próximo destino para la temporada 2026.

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Al piloto de 35 años le han dejado las puertas abiertas en el equipo estadounidense, debido a que su experiencia puede ser determinante para dar un golpe de autoridad en su primer año en la grilla. Pero ahora, un nuevo contendiente se ha sumado a la puja por uno de los dos asientos en Cadillac.

Con Colton Herta cada vez más lejos de adquirir una superlicencia, Checo parece tener vía libre para asumir el rol de piloto principal en el equipo de Mario Andretti, quien también ha sondeado al finlandés Valtteri Bottas. Pero el respaldo económico del magnate Carlos Slim daría el empujón que necesita el jalisciense para quedarse con el codiciado asiento.

Pero ahora, ha tomado fuerza el nombre del chino Guanyu Zhou como contendiente. El actual reserva de la escudería Ferrari es representado por Graeme Lowdon, ni más ni menos que el actual director de Cadillac F1. El asiático cuenta con un fuerte patrocinio personal y es el más joven de los tres candidatos, por lo que se ha vuelto una apuesta atractiva.

En cambio, el experimentado finés está de vuelta con Mercedes como reserva y busca una nueva oportunidad en la parrilla antes de pensar en el retiro, pero a diferencia del chino, no cuenta con demasiado apoyo económico para respaldar su candidatura.

“Hay tres pilotos para elegir. Tres pilotos, en realidad. Y no les voy a decir cuáles. Así que creo que es muy importante que nos guardemos esa información hasta que se tome una decisión final”, fueron las palabras que dio Andretti semanas atrás.

Estas avanzadas negociaciones dejan a Pato O’Ward, actual volante en la IndyCar con Arrow McLaren y también reserva con McLaren en el Gran Circo, muy rezagado en su intento por unirse al equipo estadounidense, a pesar de haber alzado la mano para pedir una oportunidad.

“La neta, Cadillac, no capta lo que eso (una pareja mexicana) sería mundialmente. Si algún día pasa, se van a dar cuenta del impacto que tendría. Imagínate lo que sería para México, para la empresa, para la mercancía. Sería un sueño correr con Checo. Le aprendería muchísimo, y juntos podríamos formar un gran equipo”, dijo días atrás el regiomontano de 25 años de edad. Sin embargo, cada vez luce más complicada esa opción.