AIDA RAMÍREZ

Foto: Cuartoscuro

Ante unas 10 mil personas que llegaron a las instalaciones del Palenque de Tapachula, en Chiapas, Adán Augusto López Hernández dejó en claro que el presidente Andrés Manuel López Obrador “tiene un único consentido, que es el pueblo de México”.

El aspirante a la coordinación nacional para la defensa de la cuarta transformación, dijo en el corazón de la región del Soconusco, en la ciudad fronteriza con Guatemala, que él no presume su paisanaje, amistad y hermandad con el presidente de la República.

“Lo que sí es mi orgullo, y eso sí lo presumo, es que mi maestro se llama Andrés Manuel López Obrador y al maestro se le debe respeto, gratitud, reconocimiento, admiración y, sobre todo, lealtad”, dijo en el día número 44 de su recorrido nacional.

En su visita al estado de Chiapas completó la primera vuelta a todo el país, aunque en este recorrido ha visitado en más de una ocasión estados como Sinaloa, el Estado de México y la Ciudad de México, subrayó su equipo.

Tras tomarse un buen tiempo para llegar hasta el templete principal instalado en el Palenque de Tapachula, ya que constantemente fue detenido por los asistentes para saludarlo de mano, tomarse fotografías con él y presentarle diversas peticiones tanto verbales como en papel, logró subir al estrado.

Ahí, Adán Augusto López se dijo muy emocionado por el recibimiento que tuvo “aquí, donde inicia México”, y pidió a sus anfitriones que no tener ninguna duda; “Chiapas es grande, Tapachula es grande y el Soconusco es grande, y van a crecer mucho más”, por lo que pidió acompañar al gobernador Rutilio Cruz Escandón, “porque si le va bien a él, le va a ir muy bien a Chiapas”, garantizó.

Dijo que la cuarta transformación va a continuar porque se ha traducido en programas sociales como la Pensión Universal para Adultos Mayores, Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida, Escuela Digna, becas Benito Juárez y para estudiantes, discapacitados y madres solteras, pero también en grandes obras de infraestructura como el Tren Maya, el Tren Transístmico, la Refinería de Dos Bocas y presas en el norte del país.

“Pero lo que nos va a permitir seguir haciendo de la esperanza una hermosa realidad, es la revolución de las conciencias, que es ya irreversible, y que significa distinguir entre lo bueno y lo malo, entre los buenos y los malos, y que el bien siempre triunfa por encima del mal, porque somos muchos millones más los buenos que los malos, somos un pueblo bueno y vamos a salir adelante”, afirmó.